EDITORIAL.
POR:
JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
El
contundente desprestigio en el que incurrió el sexenio pasado, fue suficiente
motivo para decidir la extinción de Luz y Fuerza del Centro, en octubre de
2009. Sin embargo, ese síntoma no era nada nuevo para la paraestatal, ya que
desde 1975 aproximadamente, su reputación empezaba a estar en boca de todo
mundo, dadas una serie de condiciones en que se revelaban malos manejos,
abusos, vicios entre sus trabajadores y las administraciones mismas. Por tales
motivos, y otros muchos que se fueron acumulando, diversos presidentes buscaron
la forma y el modo de “liquidar” a Luz y Fuerza del Centro. No fue sino con el
señor Calderón con quien se consumó tal anhelo por parte del estado. Era
preciso borrar del mapa a una empresa que estorbaba en los intereses creados
entre las altas esferas del gobierno y ello, se puntualizó a partir de 2008, en
que ya comenzaban a rondar por entre nuestros espacios laborables esos rumores
inminentes de que, en cualquier momento, desaparecerían a la empresa… Y así
fue. Lo lograron, a costa de que ciertas maniobras empresariales de alto calado
estuviesen libres de cualquier obstáculo para consolidar, entre otras cosas el
proyecto del “Triple Play”, así como la disposición para contar, a sus anchas,
con la infraestructura del sector eléctrico controlado en el centro del país
para con ello, contar con los elementos necesarios para que, consumada la
reforma energética, todo ese complejo estuviese en condiciones de entregarse a
los intereses y capitales extranjeros. Ya lo lograron. Pero falta algo, y ese
algo es quitar también de en medio a otra empresa, calificada, como hasta ahora
como de “Clase mundial”. El cúmulo de deficiencias, errores, abusos y demás
circunstancias abona el terreno en la Comisión Federal de Electricidad, cuyos
bonos vienen a la baja y, pasado el tiempo, o quizá en un tiempo lo
suficientemente corto, sea posible que esta institución, sea desplazada para
que las grandes firmas extranjeras se posesionen de todo, todo el conjunto de
instalaciones, con objeto de materializar el sueño “dorado” de estos gobiernos
neoliberales, sujetos a los dictados de la oferta y la demanda impuesta por
esas grandes firmas que, viniendo del extranjero –insisto-, sean capaces de
encontrar vía libre para consolidar, junto al estado que ya cumplió en aprobar
reformas y leyes secundarias, las aspiraciones que la globalización viene
imponiendo. Tal circunstancia se da en un país que no ha sido capaz de crecer,
y peor aún, que siga bajo la dependencia de todas aquellas órdenes impuestas
desde fuera. Ante ese panorama desolador, hoy día la C.F.E. comienza a ser el
blanco de un nuevo ataque que, de seguir prosperando, es posible que tenga que
ponerse a contar los últimos días de su existencia.
En el
último mes, las notas periodísticas que han quedado registradas con respecto a
la C.F.E. dan un panorama desalentador de la misma, en el sentido de diversos
síntomas, a saber:
-La
Jornada, 21 de mayo de 2014, p. 11: “Además del abandono, la hidroeléctrica
de Necaxa fue saqueada por
contratistas de CFE”.
-La
Jornada, 25 de mayo de 2014, p. 6: “A trasnacionales, consumidores altos de
luz; domésticos, a CFE”.
-La
Jornada, 1° de junio de 2014, p. 27: “Ejidatarios impiden reparar torre de
CFE en presa El Infiernillo”.
-La
Jornada, 4 de junio de 2014, p. 3: Inauguraron red eléctrica subterránea
del Centro Histórico; más de mil millones de inversión. “Coordinación y
corresponsabilidad en el DF, acuerdan Peña y Mancera”. El mandatario local
agradece la colaboración interinstitucional en beneficio de la capital.
-La
Jornada, 9 de junio de 2014, p. 4: “Suterm acepta mutilaciones a su
contrato por parte de CFE”.
-La
Jornada, 9 de junio de 2014, p. 6: “La CFE no está obligada a dolver en
efectivo los cobros indebidos: SCJN”. Además resuelve que es válido el corte
del servicio por la falta de pago oportuno.
-La
Jornada, 10 de junio de 2014, página principal: Invertirá 5 mil mdd cuando
estén listas leyes energéticas. “Será la española Iberdola socia privilegiada
de CFE”. Firman las 2 empresas acuerdo de colaboración en proyectos conjuntos;
Videgaray: la IP tendrá papel más activo en el abasto de electricidad, y
Administradora de contratos, el destino de la paraestatal, alerta el PRD.
-La
Jornada, 10 de junio de 2014, p. 25: “Riesgo de que la CFE se convierta en
administradora de contratos”. Iniciativa del Presidente vulnera competencia,
revela un estudio.
-La
Jornada, 11 de junio de 2014, p. 7: Además, la empresa tiene cuentas “de
dudosa recuperación” por 17 mil 552 millones. “Descubre la Comisión Permanente
pérdidas de CFE por 41 mil 606 millones de pesos”. Legisladores exigirán que
aclare los tipos de subsidio que otorga, así como los beneficiarios.
-La
Jornada, 14 de junio de 2014, p. 13: Senadores agregan al plan de Peña
figura de expropiación en favor de extranjeros o nacionales. “Buscan legalizar
despojo de tierras también en el sector de electricidad”. Intenta el PRD que no
aplique en propiedades de indígenas. Sería muy grave, señala Bartlett.
-La
Jornada, 15 de junio de 2014, página principal: Avalan dictamen de leyes
secundarias en materia energética. “Senadores traman la división de CFE y
privatizar el agua”. PRI-PAN aprueban tres normas en 55 minutos; No bajará el
precio de gasolina, admite Videgaray, y Accival difundió declaración del
secretario.
-La
Jornada, 17 de junio de 2014, p. 10: Reducen debate sobre fondo petrolero. “Comparecerán
ante legisladores los titulares de BdeM, CFE y Pemex”.
-La
Jornada, 19 de junio de 2014, p. 12: Falso, que subsidie el servicio de
electricidad con $86 mil millones, afirma Padierna. “Pide la Permanente informe
a la CFE sobre adeudos históricos de
municipios”. Busca el gobierno castigar a quien use diablitos pero se condonan pagos a empresas, señala. Además, y en
la misma página:
-PAN y PRD buscan cambios en las leyes sobre
servidores públicos. “Presentan iniciativas contra la corrupción en la Comisión
Federal de Electricidad y Pemex”.
Como
se podrá observar, el cúmulo de fallas, sometimientos y demás circunstancias de
desoladora situación, ponen en entredicho a una empresa en la que se confió y
sigue confiándose el servicio eléctrico en este país, pero que, conforme
lleguen los tiempos pertinentes, ese asunto se desvanecerá con el arribo de un
nuevo sistema que pretenden implantar los intereses extranjeros. Estaremos
sometidos a novedosos caprichos que provengan de fuera y no habrá más forma que
aceptarlos o luchar contra ellos. Así lo ha decidido el actual gobierno y sus
representantes en las cámaras. Su traición no tiene dimensiones, y esto
seguramente lo verán reflejado en esas próximas decisiones que el pueblo tiene
derecho a través del voto. Lamentablemente en eso tampoco no nos queda la
certeza saber si unas elecciones, estatales o nacionales gocen o vayan a gozar
de limpieza, ya que la maquinaria con la que puede operar el partido en el
poder, o las coaliciones partidistas de conveniencia, podrían afectar
severamente los destinos de un país que necesita urgentemente de un rumbo
claro, concreto, definido. La política económica se obstina en decirnos que las
cosas marchan bien, y por más que lo nieguen, la recesión es un hecho. Peor aún,
todavía el Banco de México acaba de dar la noticia de que habrá ajustes no
previstos en su pronóstico, el que dio a conocer el pasado 10 de junio cuando
decía que
La
economía mexicana se encuentra en una “fuerte desaceleración”. Así califica el
momento el Banco Mundial, en un reporte publicado el 10 de junio. El organismo
pronosticó que el producto interno bruto (PIB), la medida más amplia del
desempeño de la actividad, crecerá 2.3 por ciento este año, menos de la
previsión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ya revisada a la baja
el mes pasado, de 2.7 por ciento.
El pronóstico, publicado –también el 10 de
junio- por el Banco Mundial-, es menor en 1.1 puntos porcentuales al de 3.4 por
ciento que mantenía hasta antes de la divulgación del reporte. (La Jornada, 11 de junio de 2014, p. 25).
Mal panorama para México. Lamentablemente quienes
son responsables del destino político o financiero tienen la tendencia de
mentir, y sus mentiras pegan igual que una recesión, que un alto índice de
desempleo y un alto índice de criminalidad, por mencionar parte de la dinámica
que sigue y seguirá operando entre quienes formamos parte de los ciudadanos de
a pie, quienes a diario vivimos, quienes a diario vemos este estado de
desgracia, y el país, concluyo, no repunta.
¿Nos
seguirán mintiendo? ¿Veremos realidades concretas que alienten nuestras
esperanzas? Eso depende de gobernantes honestos, pero también eso depende de
nosotros, quienes integramos la sociedad (en cualquiera de sus estratos) a la
que se debe este país.
20 de
junio de 2014.
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