LA REVISTA LUX Y SU PARTICIPACIÓN EN EL SINDICATO
MEXICANO DE ELECTRICISTAS. (1928 – 2014). (PARTE I).
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Pudiendo contar desde hace poco tiempo, y
eso se convierte ya en un auténtico respiro, con la posibilidad de disponer de
un registro tangible de LUX. La revista
de los trabajadores, no bajo el ideal de su totalidad, que por ahora tiene
el responsable de este blog, porque ha sido inaccesible por parte de la propia
institución. Es, más bien gracias al apoyo de algunos compañeros, colegas,
camaradas, activos o jubilados, los que me han permitido acceder a ciertas
partes de ese maravilloso legado, el que corresponde a uno de los sindicatos
más emblemáticos en este país. Me refiero al Sindicato Mexicano de Electricistas, cuyas raíces, cimientos,
bases, estructuras y punto más elevado de todo su gran edificio, se vieron
cimbrados en forma ofensiva por ese gobierno, el del sexenio pasado, el cual en
octubre de 2009, en auténtica tarea de exterminio, acabó con Luz y Fuerza del
Centro. Y no solo eso. También dejó sin trabajo a 44 mil obreros del sector
eléctrico, que fue el más doloroso de los destinos para muchos de nosotros,
quedarnos sin fuente de ingreso digna.
Uno de los mejores retratos para personaje
tan indeseable, que me cuesta trabajo mencionar su nombre, es el que ustedes
podrán encontrar en el blog: http://pulquesfinoslavirtud.blogspot.mx/,
cuyo encargado, Armando Moncada, recogió a su vez de Carlos Fernández Vega: http://www.jornada.unam.mx/texto/032o1eco.htm
Y todo, porque allí está la sustancia de
“Las cuentas del espuriato… EL SUELDO DE CALDERÓN”. Véanlo, gracias a esa interesante opinión se enterarán
de la desgracia que nos gobernó (o intentó gobernarnos entre 2006 y 2012).
Recuperando el hilo de la conversación,
deseo manifestar mi entusiasmo por el hecho de que dispongo, al menos en forma
digital, de un segmento muy importante de la revista LUX. De ella, será posible recuperar muchos, muchísimos elementos,
circunstancias, materiales, anécdotas y otros valores que serán alimento
informativo y espiritual para esta nueva sección. Ojalá sea de su agrado.
Agradezco de antemano el generoso apoyo de
la Sra. Fátima Alvarado la que, sin su apoyo, un propósito de estas dimensiones
sería imposible en estos tiempos donde las condiciones inmediatamente
posteriores a la extinción de Luz y
Fuerza del Centro generaron una profunda polarización y el surgimiento de
profundas condiciones encontradas, de las que se espera su más conveniente
equilibrio para, entre otras cosas, seguir recuperando la memoria de ambas
instituciones: El Sindicato Mexicano de
Electricistas y de Luz y Fuerza del
Centro, objetivo por lo menos ya puesto en marcha a través de este blog.
Para empezar, un
manojo de las portadas emblemáticas de dicha publicación durante el año de 1956.
Todas y cada una de ellas están concebidas
con un propósito específico, según fuese la celebración de algún
acontecimiento, como las elecciones internas, el momento de la entrega de los
proyectos de revisión al Contrato Colectivo de Trabajo, la conmemoración del “día
del trabajo”, su cercanía con las más altas autoridades del país, demanda de
aumento salarial y justicia, elecciones, así como otros asuntos históricos
exaltados a partir del hecho de hacer suya la expresión estética de artistas de
gran talla (como es el caso de José Clemente Orozco), o de aquellos otros que
se encontraban en proceso de consolidación. También, cada portada reflejaba el
sentir ideológico y pragmático que puso en práctica desde sus inicios el
Sindicato Mexicano de Electricistas. Por ejemplo, en una de ellas, la del 15 de
febrero expresa la idea de que “Así como un trabajador debe unirse a otros para
fortalecer su existencia y proyectar su energía social, también un sindicato
necesita unirse a otros para convertir la energía social en lucha social. Por esta
razón existen las grandes y las pequeñas centrales obreras, es la razón por la
que el SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS ha extendido sus manos a todos los
sindicatos en busca de solidaridad, porque la solidaridad es la prueba de
fuerza de la clase explotada”.
Lo interesante también es que cada número
cuenta con una justificación de “Nuestra portada”, lo que le daba a la
publicación misma el énfasis apropiado para que sus lectores potenciales
estuviesen más que advertidos sobre los temas que allí se abordaban.
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