LA LUZ y LA FUERZA DE UNA FOTOGRAFÍA. IMÁGENES HISTÓRICAS PUBLICADAS EN EL
BLOG: LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
¿Quién no recuerda este impresionante
volumen que se encontraba en la Biblioteca del edificio en Verónica?
Afortunadamente
hubo tiempo para que, antes del tremendo capítulo de la extinción, los
integrantes del Archivo Histórico, realizáramos un respaldo fotográfico que
permite recuperar una parte de aquella gran memoria, la que produjo en
cantidades generosas nuestra empresa, esa segunda casa que se llamó Luz y Fuerza del Centro.
Al interior del mismo, encontramos todo un
registro que en forma puntual nos acerca de nuevo a episodios en los que, por
ejemplo, la planta de Patla, una de las integrantes del complejo hidroeléctrico
de Necaxa, fue inaugurada, por el entonces presidente de la república, el Lic.
Adolfo Ruiz Cortines.
Pero es en otra fuente, que en su momento
nos proporcionó la entrañable compañera Griselda Guevara, encargada de aquella
no menos recordada biblioteca, donde a partir de un cuaderno de publicidad que
fue respaldo para la Revista LyF (1955-1961),
puede uno enterarse de aspectos visuales muy destacados. Entre ese conjunto
notable de imágenes, hay una que se relaciona directamente con el centro de
trabajo que ahora es motivo de atención. Se trata de una fotografía que nada
más verla, produce emociones encontradas, dado el maravilloso contenido que
allí se reúne. Disfrutemos de dicha imagen:
En verdad que es espectacular en la medida
en que puede apreciarse la forma en que los trabajadores de la antigua empresa,
es decir: la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., fueron capaces de
dominar un punto tan complicado de la naturaleza, y al hacerlo realizaron –entre
otras cosas-, la instalación de esas tuberías, componentes fundamentales del
complejo hidroeléctrico. A la derecha, puede observarse aquel famoso “armoncito” (integrado al "malacate") que desplazaba al personal desde diversos puntos, y el trayecto que se puede
contemplar, es uno de los que tienen mayor grado de inclinación. El reto del
hombre frente a la naturaleza se hace notar en forma destacada. No importaron
aquí aquellas grandes dificultades. Fueron los trabajadores electricistas
quienes haciendo frente a la dificultad, resolvieron satisfactoriamente con su
responsabilidad. La muestra de aquel espacio sinuoso, inclinado, donde
predominaba una dura piedra, un calor intenso no fueron impedimento para tan
notables resultados en los que, insisto, la mano de obra demostró capacidades
sin igual para que, al final de aquellas duras jornadas, entrara en servicio la
planta de Patla, hecho que ocurrió el 21 de octubre de 1954.
¡Gloria a los trabajadores de Luz y Fuerza
del Centro!
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