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jueves, 8 de agosto de 2019

EDITORIAL. TENEMOS DERECHO A MANIFESTARNOS. PRIMERA PARTE.

LA VOZ DE LOS “LIQUIDADOS” DE LUZ y FUERZA DEL CENTRO TRAS LA EXTINCIÓN EN OCTUBRE DE 2009.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   El siguiente episodio, al que por cierto incluí en las “Efemérides de Luz y Fuerza del Centro y el Sindicato Mexicano de Electricistas” (que de ambas instituciones guardo gratos recuerdos) para el mes de agosto, me ha dado pie para retomar el compromiso por el cual este blog tuvo –en su origen- y tiene hoy -porque así es- razón de ser.
   Pero antes de todo, para que de eso se nutra el objeto de este medio de comunicación, he valorado, he sopesado, le he dado tantas vueltas al asunto, como no se lo imaginan. Por eso, he decidido que tengan voz los “liquidados” de Luz y Fuerza del Centro, tras la extinción en octubre de 2009.
   En ese recoger los testimonios de aquel pasado, y los de nuestros días, para acomodarlos debidamente en esas “Efemérides”, encuentro suficiente motivo en lo que arrojó la del 8 de agosto del presente año, razón que detona en lo que pretendo, y con ello sumar lo que, como muchos, creemos en ese asunto que nos afectó tremenda, profundamente.
   Vamos a ver a continuación lo que deja la lectura de un importante testimonio de confrontación localizado en la valiosa fuente de información que proviene de la página o portal del Sindicato Mexicano de Electricistas (http://www.sme.org.mx/enlaces.html), donde en su “Blog informativo” aparecieron dos importantes testimonios, como sigue:

8 de agosto de 2019: El universo paralelo de José Arreola y su obsesión en contra de la dirección del Sindicato Mexicano de Electricistas.

   Antes de sentarse a revisar la nota que escribió para el blog informativo del SME, conviene traer hasta aquí la que publicó Arreola el 25 de julio de 2019:

Mega fraude 2019: la Odisea de poder votar en el SME.

José Arreola
Rebelión.

   El recientemente estrenado documental Mega fraude 2019: la Odisea de poder votar en el SME, realizado por trabajadores en resistencia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), da cuenta de la serie de anomalías suscitadas en el proceso electoral vivido en dicha agrupación gremial en las semanas pasadas. En poco más de noventa minutos, mediante la presentación de testimonios, material audiovisual y la lectura de artículos claves de la Ley Federal del Trabajo (LFT), el documental muestra la manera en la que las elecciones se condujeron con el único fin de dar continuidad al proyecto empresarial del que Martín Esparza y Humberto Montes de Oca son hoy privilegiados integrantes y defensores. Uno de los argumentos de los que la actual dirección del SME se ha valido para intentar desprestigiar a la planilla 2 “Para Todos Todo” es que se trata de una agrupación conformada por personas que no se sostuvieron en el marco de la organización ni la resistencia. Nada más falso. De hecho, bien valdría la pena recordar que el debate, dentro de la resistencia y para la resistencia, ha sido impulsado desde hace ya varios años. Un ejemplo de ello se encuentra, precisamente, en un documental pionero del intercambio de ideas que fue elaborado en 2013 por trabajadores de base que no comulgan con la visión de Martín Esparza: SME: 4 años resistiendo. Ya es hora de romper el silencio. [1]
   Mega fraude 2019: la Odisea de poder votar en el SME representa una labor de seriedad y honestidad sustentada en no pocas evidencias. Con un guion cronológico, de manera detallada, ofrece al espectador el ambiente en el que las elecciones para cambiar a la mitad del Comité Central (en adelante CC) se llevaron a cabo: insultos, amenazas de muerte, golpes, trabas burocráticas, intimidación y provocaciones para quienes iban a votar por la planilla 2; calma, serenidad, alegría, aplausos, atenciones y resolución de problemas de manera expedita para quienes optaron por la planilla 1 “Once de Octubre”.
   Mega fraude 2019: la Odisea de poder votar en el SME es un video documental militante. Se trata de un trabajo cuya finalidad, además de continuar con el debate que el CC busca extirpar con diferentes maneras de coerción, es llegar a las organizaciones sociales del país. La visión oficial acerca de las victorias y la democracia electricista está construida sobre la base de las mentiras y el intento de silenciar a una corriente de opinión que, sin renunciar a sus derechos como trabajadores afiliados al sindicato y sin abandonar la ya madura resistencia, ofrece un punto de vista diferente al de la dirección sindical. Lo hace, además, con los medios posibles a su alcance, con pocos recursos y, especialmente, con toda responsabilidad. No hay una sola denuncia que no tenga sustento. No hay una sola frase sin respaldo. Por ejemplo, cuando se dice que el CC azuza a la violencia no se trata de una acusación baladí: en una toma se aprecia la forma en la que personalidades como Humberto Montes de Oca, Juan José Gómez Beristain, Ricardo Pérez y Fernando Muñoz Ponce –quien encabeza la planilla 1– arengan para hostigar a los miembros de la planilla 2 durante los días de votación. Ni más, ni menos.
   Asimismo, el documental pone especial atención tanto en la reforma laboral hace poco aprobada como en la defensa que de ésta hace Luisa María Alcalde, la Secretaria del Trabajo y Previsión Social del actual gobierno. De ese modo, los trabajadores en resistencia generan dos frentes de debate; por una parte, en lo que respecta al cumplimiento de la LFT en la que se establece la invalidez de las elecciones sindicales de no cumplir con requerimientos mínimos o de violentar a los participantes del proceso; por otra, con las organizaciones del movimiento social y sindical del país que, con preocupación genuina, pero sin mayor análisis crítico, han respaldado el actuar de un CC a todas luces descompuesto. Y es ésta, finalmente, una de las grandes virtudes que los trabajadores de base agrupados en torno a la planilla 2 “Para Todos Todo” ha develado: el sindicalismo de nuevo cuño que la dirección del SME pretende consolidar, es decir, un sindicalismo neoempresarial revestido con un discurso de izquierda que ahoga toda corriente de opinión distinta a la suya apelando, no obstante, a la democracia y la libertad gremial. Se trata, además, de un sindicalismo neoempresarial violento, que utiliza los métodos gansteriles del viejo charrismo, pero que dice situarse a la izquierda del actual gobierno para presentarse como víctima de éste en caso de existir un fallo que no le beneficie en el proceso de impugnación que, con razones de sobra, iniciarán los trabajadores electricistas de la planilla “Para Todos Todo”.[1]

Nota:

[1] El documental completo se encuentra disponible en:
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

   Viene a continuación la que publica José Luis Hernández Ayala, también en Rebelión:

   Es una pena ocupar el valioso espacio de Rebelión para tratar asuntos del bajo mundo de la chismografía política en vez de discutir propuestas estratégicas para recomponer la lucha de los explotados y oprimidos u algún otro tema de similar importancia. Lamentablemente la obsesión de José Arreola en contra de la actual dirección del Sindicato Mexicano de Electricistas, cargada de infamia y del más rancio sectarismo, requiere un espacio demasiado grande para su nula importancia. Bastan dos o tres perlas para demostrar su ignorancia y mala fe. En su más reciente contribución en Rebelión (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=258598), José Arreola Califica el reciente proceso electoral del SME, en donde se renovó la mitad del Comité Central encabezada por la Secretaría del Interior, de “Mega fraude”. Una aseveración completamente fuera de la realidad y que solo obedece a su “rabia” por la derrota de su candidato opositor.
   Con 17 mil 498 votantes –aproximadamente 12 mil 500 miembros activos y 5 mil jubilados y pensionados-, el Sindicato Mexicano de Electricistas ha dado una ejemplar muestra de vida democrática y de la confianza de los agremiados en su institución.
   El compañero Fernando Muñoz Ponce obtuvo 12 mil 161 votos (71.41%), frente al opositor Alfredo Arenas Pluma quien obtuvo 4 mil 868 de (28.58%). Este resultado es producto de la confianza de la abrumadora mayoría de los trabajadores en su dirección y en el rumbo político aprobado por nuestras asambleas generales.
   El padrón electoral se entregó, en el tiempo y forma que marca nuestro Estatuto, a quienes corresponde. De cualquier forma, ese padrón que ahora está integrado por 15,164 socios sindicales, bajo la nueva Ley Federal del Trabajo (LFT), se puede obtener de manera pública. Si hubo más de 17 mil votos es porque en el SME los compañeros y compañeras jubiladas también tienen ese derecho, siempre y cuando hayan cumplido con su obligación estatutaria de pagar sus cuotas sindicales (Artículos 131 y 97).
   En su artículo José Arreola “olvida” mencionar un hecho de extrema gravedad. La planilla perdedora, en vez de acudir a nuestra Comisión Autónoma de Justicia, decidieron presentar una demanda ante las autoridades laborales. Es decir, le abrieron las puertas al Estado burgués para inmiscuirse en los asuntos internos de una organización sindical reconocida, nacional e internacionalmente, como clasista. Este hecho es inadmisible, para alguien que se reivindica de izquierda, incluso si se trata de un gobierno que se presenta como de izquierda o progresista.
   Pareciera que, desde una supuesta “izquierda radical”, ahora se quiere consumar el objetivo de los neoliberales: destruir al Sindicato Mexicano de Electricistas.
   Lamentablemente para su causa, la limpieza de este proceso electoral fue tan claro y evidente, que el pasado viernes 2 de agosto las nuevas autoridades laborales le han otorgado la toma de nota a la nueva dirección, consummatum est.
   Los extravíos de José Arreola parten de considerar una derrota la solución del conflicto originado por el cierre ilegal y unilateral de la empresa pública Luz y fuerza del Centro, el 11 de octubre del 2009, y del intento de destruir al SME para aprobar una posterior legislación privatizadora. En su opinión esta negociación fue “una derrota para el movimiento social y los trabajadores del SME (y) significa una victoria para el Comité Central”.
   Cabe aclarar que el SME, desde 1999, derrotó dos iniciativas legislativas privatizadoras del sector eléctrico. Por esa razón el gobierno neoliberal de Felipe Calderón, apoyado por toda la clase política, optaron por el intento de destruir al sindicato cerrando nuestra fuente de trabajo, acosando y reprimiendo a nuestra actual dirección, bloqueando nuestras cuentas bancarias, privándonos de las cuotas de 22 mil jubilados y cerrando los canales legales y laborales para hacer valer una resolución que nos otorgaba el derecho al patrón sustituto dentro de Comisión Federal de Electricidad, la otra empresa estatal.
   A pesa de nuestra enorme resistencia, durante más de siete años, nuestro sindicato no pudo vencer la ofensiva de todo el aparato estatal. ¿Qué otro sindicato lo ha hecho a nivel mundial? 

   A pesar de toda su infamia, la maquinaria estatal no podía negar nuestro derecho a una indemnización colectiva de 80 mil millones de pesos provenientes de nuestros fondos de pensión, compra de casa habitación y seguro sindical. A cambio de este fondo, el gobierno de Enrique Peña Nieto se vio obligado, en el marco de la nueva Ley privatizadora del sector eléctrico, a otorgarnos una concesión por treinta años para explotar las plantas de generación de la extinta empresa (para lo cual creamos la empresa Fenix en sociedad con la trasnacional portuguesa Mota Engil) y crear la Cooperativa Luz y Fuerza para impulsar diversos proyectos productivos.
   En México, y me parece que, en el resto del mundo, no es raro que ante el quiebre de una empresa o el empantanamiento de una en México, y me parece que, en el resto del mundo, no es raro que ante el quiebre de una empresa o el empantanamiento de una huelga, los patrones se vean obligados a entregar las empresas a sus trabajadores para la creación de cooperativas. Para cualquier sindicalista sensato esta solución es mil veces mejor que el cierre de la empresa, excepto para José Arreola que ve en esta solución el surgimiento de “un sindicalismo neoempresarial revestido con un discurso de izquierda”. Quizá no sea casual la coincidencia de este juicio con los vertidos por el actual director de CFE, Manuel Bartlett Díaz. Este es el origen de importantes y exitosas cooperativas en México como la cementera Cruz Azul, Refrescos Pascual o la llantera TRADOC. En Argentina existen muchos otros casos similares. Todas estas cooperativas se dedican a producir mercancías y servicios e incluso se asocian con inversionistas para poder competir.
   Por nuestra parte esta es la última respuesta a José Arreola, quien por cierto no sabemos si es solo un articulista o alguna vez tuvo la oportunidad de participar en algún movimiento social de la vida real, no tiene caso debatir con quien vive en su propio universo.
Disponible en internet agosto 8, 2019 en:

   Sirva lo anterior para concluir sobre el hecho de que, a casi 10 años, el terrible golpe de la extinción de LyFC no ha sido superado. Digo esto porque se observa una lucha frontal de ideas en las que la voz que emana desde el interior del SME parece ser la única que tiene la razón. Las otras opiniones no valen. Y entre esas opiniones, muchas son las de todos aquellos que decidimos “liquidarnos”. E incluso hasta de aquellos que en su momento –habiendo salido de las propias filas de sindicalizados-, ocuparon puestos de “confianza”.
   Ha llegado un buen momento para sentarse y reflexionar sobre el enorme cúmulo de componentes que hoy dan forma al grueso volumen, de aquella pesadilla que acabó con un pasado que tuvo sus altibajos. Un presente del que teníamos duda y un futuro lleno de incertidumbre, dimensión en la que seguimos –10 años después-, preguntándonos qué pasó aquel 10 de octubre de 2009, fecha que nos negamos a recordar, pues en ese momento sucedió un quiebre, un golpe de timón como nunca antes había ocurrido. Pero en ese negarse, está también lo necesario de un reposado análisis, el que nos lleve a entender otras circunstancias que fueron encaminando a Luz y Fuerza del Centro a ser condenada a su desaparición. Quedaba, vivo, el Sindicato Mexicano de Electricistas, ente del que esperábamos una firme reacción, que no llegó. Pasaron los años, y el discurso parece haber cambiado sólo en lo cosmético, pues con su nuevo matrimonio, ahora con “Mota Engil” fortaleció a FÉNIX como generadora, suministradora y comercializadora de energía eléctrica, lo que permite un nuevo panorama lleno de esperanzas.
   Espero que ese digno papel, es decir: aquello que significa pedir la palabra, se convierta en el elemento apropiado para conseguir un fiel de la balanza. Es preferible en este momento dejarse llevar por la razón que por la pasión.

CDMX, 8 de agosto de 2019. José Francisco Coello Ugalde.

CONTINUARÁ.



[1] Disponible en internet agosto 8, 2019 en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=258598

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