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sábado, 20 de diciembre de 2014

UN DÍA COMO HOY… 21 DE DICIEMBRE…PERO DE…

EFEMÉRIDES DE LUZ y FUERZA DEL CENTRO. UN DÍA COMO HOY… 21 DE DICIEMBRE…

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE

UN DÍA COMO HOY… 21 DE DICIEMBRE…PERO DE… 1914: En la asamblea que en tal día convocó el naciente Sindicato de Empleados y Obreros del Ramo Eléctrico, se decide convertir su nombre por el de Sindicato Mexicano de Electricistas. Se eligen a los delegados de la Casa del Obrero Mundial y a la naciente Federación de Sindicatos Obreros del Distrito Federal.[1]

Disponible diciembre 17, 2014 en: http://www.revistalux.org.mx/

UN DÍA COMO HOY… 21 DE DICIEMBRE…PERO DE… 1958: Como resultado de los cambios de derivación (TAPS), efectuados entre los días 21 y 27 de diciembre por el Departamento de Operación en los diferentes bancos de transformadores del sistema, se obtuvo una mejoría en el voltaje del anillo de 85 KV de la ciudad, cuyo promedio fue de 10% más a menos sobre el nivel anterior.

UN DÍA COMO HOY… 21 DE DICIEMBRE…PERO DE… 1989: Se publica en el Diario Oficial el decreto por el que se reforma la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, en el cual se indica que queda concluida la liquidación de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. y sus asociadas. (Fuente: Luz y fuerza de la memoria histórica, p. 31).
Artículo único.-Se reforma el Artículo Cuarto Transitorio de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica para quedar como sigue: Artículo Cuarto.-Las empresas concesionarias, entrarán o continuarán en disolución y liquidación y prestarán el servicio hasta ser totalmente liquidadas. Concluida la liquidación de la compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A., y sus asociados Compañía de Luz y Fuerza de Pachuca, S.A., Compañía Mexicana Meridional de Fuerza, S.A., y Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica de Toluca, S.A., el ejecutivo Federal, dispondrá la constitución de un organismo descentralizado con personalidad jurídica y patrimonios propios, el cual tendrá a su cargo la prestación del servicio que han venido proporcionando dichas Compañías.
   El S.M.E. reconoció la facultad de las compañías para administrar plenamente sus recursos, así como para introducir las innovaciones técnicas y operativas necesarias conforme a lo dispuesto en el Contrato Colectivo de Trabajo; asimismo, junto con la empresa se comprometió a realizar las negociaciones necesarias para alcanzar la autosuficiencia financiera y el incremento de la productividad hasta lograr índices equivalentes a los del resto del sector eléctrico.
   Por lo tanto, la creación de Luz y Fuerza del Centro, fue posible al modificarse el artículo 4° transitorio de la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, a través del decreto emitido por el H. Congreso de la Unión con fecha 21 de diciembre de 1989, y publicado en el Diario Oficial de la Federación el 27 del propio mes y año, en que se establecían que las empresas concesionarias del servicio público de energía eléctrica, a saber, Compañía de Luz y Fuerza del Centro, S.A. y sus asociadas, Compañía de Luz y Fuerza de Pachuca, S.A., Compañía Mexicana Meridional de Fuerza, S.A. y Compañía de Luz y Fuerza Eléctrica de Toluca, S.A., entrarán o continuarán en disolución y liquidación, debiendo continuar prestando el servicio hasta ser totalmente liquidadas.



[1] Rojo y Negro. Periódico Socialista Independiente. 1915-1916. El surgimiento del Sindicato Mexicano de Electricistas. México, 2ª edición, Sindicato Mexicano de Electricistas, 2000. 189 p. Ils., facs. (Cuadernos de formación sindical, 1)., p. 35.

viernes, 19 de diciembre de 2014

¿QUÉ CONECTA EL APAGADOR?

LA PUBLICIDAD DE LUZ y FUERZA A TRAVÉS DEL TIEMPO.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

Revista LyF, N° 62, octubre de 1959, cuarta de forros.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

UN DÍA COMO HOY… 18 DE DICIEMBRE…PERO DE…

EFEMÉRIDES DE LUZ y FUERZA DEL CENTRO. UN DÍA COMO HOY… 18 DE DICIEMBRE…

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE

UN DÍA COMO HOY… 18 DE DICIEMBRE…PERO DE… 1909: La Compañía Irrigadora del Estado de Hidalgo, pasó a formar parte de The Mexican Light and Power Company, Limited con una de sus plantas más representativas: Juandó.

UN DÍA COMO HOY… 18 DE DICIEMBRE…PERO DE… 1929: Se da a conocer el CONVENIO celebrado el día (…) entre La Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A., la Compañía de Luz y Fuerza de Pachuca, S.A., la Compañía Mexicana Meridional de Fuerza, S.A. y el Sindicato Mexicano de Electricistas. Consta de 50 artículos.[1]
En dicho convenio destaca el párrafo tres del artículo Primero que dice: “Las prerrogativas Convenio serán, sin embargo, aplicables únicamente a los empleados y obreros de las Compañías, miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas”.

UN DÍA COMO HOY… 18 DE DICIEMBRE…PERO DE… 1959: Como cada 18 de diciembre, se celebró en el Comedor del Edificio LyF, una ceremonia en la cual se entregaron diplomas y distintivos de oro a 460 trabajadores que cumplieron 25, 30, 35 y 40 años de servicio en la empresa. Entre otros:
Rodolfo Figueroa Omaña, con 40 años de servicio;
Procopio Delgadillo H, con 38 años de servicio;
Luis F. Cisneros Gómez, con 32 años de servicio;
María del Carmen Vda. de Fuentes, con 25 años de servicio o Josefina Quiroz de Ruiz con el mismo tiempo de servicio.

UN DÍA COMO HOY… 18 DE DICIEMBRE…PERO DE… 1963: Se da a conocer la Circular N° 329…


UN DÍA COMO HOY… 18 DE DICIEMBRE…PERO DE… 1965: Muere en accidente de tránsito el Ing. Jorge Luque Loyola.

ALGUNOS APUNTES SOBRE EL ING. JORGE LUQUE LOYOLA.

   Se convierten estos apuntes, en merecido homenaje dedicado a la memoria de uno de los ingenieros más importantes que trabajaron para la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. Para ello conviene recordar lo siguiente. Al transcurrir el año de 1967 y según la Circular Nº 357 del 25 de enero de aquel año se indicó a los Señores Directores y Subdirectores, lo siguiente:
   Sírvanse ustedes hacer del conocimiento del personal a sus órdenes que la planta termoeléctrica de Lechería se denominará en el futuro Planta Ing. Jorge Luque, en reconocimiento de los muy valiosos servicios que nuestro finado Director Técnico prestó a la Compañía durante 37 años.
   Por otro lado, la evocación que acompaña este sencillo homenaje, proviene de la revista LUX del mes de diciembre de 1965: 

Ing. Jorge Luque Loyola

   Luque Loyola, al lado de Feliciano Espriella Miranda, Odón de Buen Lozano, Jacinto Viqueira Landa, Víctor Heillifman, David Lue Vázquez, Enrique Villanueva, Jorge de Buen Lozano, Bruno de Vecchi Appendini hicieron con su trabajo y su trayectoria uno de los grupos de profesionales más entrañables en la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A.
   ¡Honor a quien honor merece!

UN DÍA COMO HOY… 18 DE DICIEMBRE…PERO DE… 1967: Con esta fecha, fue colocada una placa conmemorativa la cual recuerda que la planta termoeléctrica “Lechería”, adopta el nombre emblemático del Ing. Jorge Luque Loyola, personaje que por sus grandes méritos como profesional y también como ser humano supo acumular, hasta el punto de que su trayectoria fue reconocida por sus compañeros de trabajo y por la empresa misma. Honor a quien honor merece.

1965: El Necaxa a Punto de ser vendido… 



UN DÍA COMO HOY… 18 DE DICIEMBRE…PERO DE… 2008: Entrega LyFC obras de electrificación en Hidalgo.[2]
   Luz y Fuerza del Centro y el Sindicato Mexicano de Electricistas entregaron obras de electrificación en la Comunidad “El Saucillo”, municipio de Actopan, Hidalgo, con lo cual se satisfizo una de las necesidades básicas de la población como es el servicio de energía eléctrica.
   A media hora del centro de Actopan, Hgo., se localiza este asentamiento humano en el que trabajadores de la entidad, instalaron 102 postes, ocho Kilómetros de línea de media tensión, 14 tramos de línea en baja tensión y 5 transformadores.
   Durante la entrega de las obras, que representaron una inversión de 8 millones de pesos, en nombre de la comunidad, Juan Bautista, señaló que con la puesta en marcha de este servicio, finalmente se atendió una añeja demanda de esta comunidad.
En el acto, el Secretario General del Sindicato Mexicano de Electricistas, Martín Esparza, destacó el esfuerzo de los trabajadores quienes, dijo, realizaron una extraordinaria labor para la instalación de la infraestructura eléctrica que dadas las condiciones geográficas de la región, representaban un verdadero reto.
   Por su parte, Juan Carlos Hernández Molina, Gerente de Obras de Distribución de la paraestatal, afirmó que la empresa continuará redoblando esfuerzos, para hacer llegar energía eléctrica a todas las poblaciones que la requieran. Manifestó que a fin de lograr una mejor optimización de los recursos y poder dar atención a un mayor número de comunidades indígenas y rurales de la región, se analizan fórmulas para abaratar los costos.
   Actualmente más del 99% de la población del centro del país cuenta ya con el fluido eléctrico, lo que además de contribuir al desarrollo económico y social de las regiones, promueve el bienestar de las familias, permite potenciar las ventas de energía eléctrica de la entidad y ayuda a evitar el consumo ilícito de energía eléctrica.

[1] Versión digital de los Convenios Colectivos de Trabajo. 1915-1929, editada por el Sindicato Mexicano de Electricistas con motivo del 90 aniversario del SME. Pro-Secretaría de Escalafones, 2004., p. 80-92.
[2] Luz y Fuerza del Centro. Comunicación Social. Boletín Nº 17-2008.

CALAVERAS SMEITAS EN 1955.

LUZ A LOS POETAS… FUERZA A LOS POETAS.

SELECCIÓN DE: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.


LUX. La Revista de los Trabajadores. Año XXVIII, 2ª época. 1° de noviembre de 1955, N° 16, p. 18-20.

SE DICE AQUÍ ENTRE NOS...

LUZ A LOS POETAS… FUERZA A LOS POETAS.

SELECCIÓN DE: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   Los versos que aparecen a continuación, se elaboraron justo en una época que deja ver en forma absolutamente abierta y declarada el estado de cosas que guardaba por entonces un viejo conflicto que se suscitaba entre las condiciones impuestas por la empresa y la actitud que, en defensa de sus trabajadores y afiliados tuvo el Sindicato Mexicano de Electricistas. Este ejemplo, como el de muchos otros maridajes laborables no solo causaba el resquemor, las diferencias y desconfianza entre las partes. También dio origen a un conjunto de cuartetas que se antojan más para una canción de lucha o protesta que también para ser acompañadas por la melodía de un corrido. Sin menospreciar su valor, considero oportuna incorporarlo en la presente antología.

SE DICE AQUÍ ENTRE NOS…

La Compañía Mexicana
en proyecto de contrato
desea darle muerte vil
a nuestro gran Sindicato.

Quiere hombres de confianza,
pero los quiere por miles,
para convertir a todos
en rastreros y serviles.

Que no haya substituciones
o que las haya a su antojo,
para tenernos a todos a todos
como se dice de Tojo.

Si acaso nos enfermamos,
no pagarnos en tres días,
para evitarse los gastos
que le traen las pulmonías.

Como piensa estimular
a los que son lambiscones,
les pide que le trabajen
en sus días de vacaciones.

Ya no habrá jubilaciones
después de mucho trabajar;
a los viejos y cansados
mejor los va a liquidar.

Ofrece aumentar los sueldos
a barberos y chismosos
y nosotros nos quedamos
de tarugos o babosos.

En fin, por lo que leemos
en ese proyecto gacho,
el Sindicato quedaría
como todo un mamarracho.

No, Compañía Mexicana
de Luz y Fuerza Motriz;
no somos tus animales
Ni doblamos la cerviz.

No quieras cubrir los pagos
de todos tus accionistas
a costa de sueldos de hambre
que pagas a electricistas.

Si tienes un compromiso
como empresa industrial,
piensa que el electricista
también en ser racional.

Somos tus trabajadores
y también muy mexicanos
que deseamos se nos trate
como a los seres humanos.

Con nuestro actual Comité
y nuestros representantes
rechazamos totalmente
tus ofertas insultantes.

Alfredo Mendoza.
México, D.F., enero 20 de 1954.


LUX. La Revista de los Trabajadores. Año XXVII, 2ª época. 15 de marzo de 1954, N° 6, p. 12.

jueves, 11 de diciembre de 2014

LA “NANA”, LA “MADRE”, LA “CREADORA”. 14 DICIEMBRE 1914 – 14 DICIEMBRE 2014.

LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA. DEL ANECDOTARIO ELECTRICISTA.

POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   La “Nana” en su sentido o visión más entrañable, significa “la madre”. Desde el ámbito de los electricistas, es decir, quienes formamos parte de la desaparecida Luz y Fuerza del Centro y nos sentimos orgullosos de pertenecer al Sindicato Mexicano de Electricistas, sabemos que la “Nana” fue ese espacio urbano, cuyo cruce en las actuales calles de Pensador Mexicano y el 2º Callejón de San Juan de Dios representa, en términos simbólicos el parto, el alumbramiento del SME, hoy hace 100 años cabales. Por tal motivo, era más que justificado un rendido homenaje a todos aquellos quienes se reunieron para gestar a la institución que en nuestros días, sentenciada a muerte, como Ernesto Velasco en su momento, enfrenta el juicio sumario de ese capitalismo salvaje y voraz que no es otra cosa que ese síntoma del neoliberalismo que priva en el orbe, en estos tiempos que corren.


   En nuestros días, la “Nana” es un centro cultural, cosa que se agradece. Lamentablemente se encuentra dirigido por autoridades insensibles que no supieron escuchar nuestros argumentos y es a Lucina Jiménez y a Rocío García a quienes les envío este mensaje para que se permitan leerlo, si es que es de su interés saber en qué consistió aquel capítulo honroso, el de diciembre de 1914, donde dicho espacio fue teatro y escenario de aquellos primeros acontecimientos que gestaron la creación de nuestro sindicato.
   Días previos al 14 de diciembre, un grupo de inquietos trabajadores provenientes de varias especialidades: telegrafistas, telefonistas, tranviarios y electricistas manifestaban su deseo de constituirse ya no necesariamente en una sociedad mutualista, sino en algo más allá que eso. Aspiraban por la creación de un sindicato. Pero dicha “constitución!, en el caso de los electricistas se daba a partir de una gran necesidad, la cual partía del hecho de que un conjunto de trabajadores estaba realizando actividades tanto en Necaxa como en plantas e instalaciones que poco a poco configuraban el perfil y la presencia del “patrón”. Me refiero a la Mexican Light and Power Company, Limited que, al detentar el poder y control, con un importante respaldo de capital extranjero, perdían de vista los derechos y condiciones laborales de aquellos obreros quienes se vieron en la necesidad de hacer notorios los tratos a que eran sometidos, fruto de las diferencias, lo que trajo consigo una auténtica injusticia. Tamaña referencia fue hecha suya por otros “camaradas”, quienes tomaron la iniciativa de forzar la creación del que fue, apenas unos días el Sindicato de empleados y obreros del ramo eléctrico, para luego adquirir su nombre definitivo: Sindicato Mexicano de Electricistas.
   Las primeras reuniones ocurrieron en casa del Ing. Salvador F. Domenzain quien era, a la sazón, operador de la Subestación la “Nana”. Aquel espacio, el de su domicilio fue insuficiente ante el número de interesados que aumentaba conforme se celebraban nuevas reuniones, por lo que para el día 12 de diciembre de 1914, la cita se concertó en la “Nana”.
   ¿Qué fue lo que pasó en la “Nana” aquel día?


   Acudo a Rojo y Negro, el primer vocero impreso emitido por el SME en 1915, y que en su primer número se incorporó una colaboración firmada por Luis N. Morones, quien recuerda ese momento esencial de la historia sindical.

BOSQUEJO ACERCA DE NUESTRO SINDICATO.

Difícil tarea en verdad la que me ha sido encomendada, hacer aunque sea a grandes rasgos la historia de nuestro sindicato, que en un año de vida ha tenido tantos hechos, tantos incideentes que seguramente no podré detallar con la amplitud que merecen; dar a la publicidad la historia de una agrupación obrera que en varias etapas de su vida ha atraído sobre sí la atención general; ofrecer a nuestros hermanos proletarios el informe de nuestros trabajos haciéndolos copartícipes de nuestras angustias y nuestras satisfacciones; presentar a la miopía de la cateva burguesa el ejemplo para ellos terrorífico de lo que puede la unión; someter al criterio de propios y extraños nuestros actos, ¡he ahí la obra! Reconozco que es superior a mis fuerzas. Mi notoria incapacidad es el mayor de los obstáculos para cumplir como quisiera, la misión que se me ha conferido. Sólo tengo mi voluntad, mi voluntad sin límites y el amor que profeso a nuestra agrupación como únicos elementos con que cuento para emprender la tarea. Si esto no es bastante, tómese cuando menos en consideración para disculpar mi falta de conocimiento en esta clase de trabajos.


   Fueron 56 o 60 empleados y obreros de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, de esta ciudad los que lanzaron la iniciativa de asociarse para buscar su mejoramiento, y, sin tendencias definitivas, se reunieron por primera vez el día 5 de diciembre de 1914 en la casa habitación del compañero Salvador F. Domenzáin, ubicada en la 5ª Calle de Dr. Lucio, Nº 102, departamento 28.
   Algunos de los asistentes a aquella reunión pertenecieron a la Sociedad que en el año de 1911 comenzó a fundarse y que hubo de suspender sus trabajos por la infame presión que los altos jefes de la referida Compañía ejercieron sobre los que justamente pretendíamos unirnos, para defendernos de la inmoderada explotación que veníamos sufriendo. Se hizo necesario que pasaran algunos años, que varias agrupaciones obreras comenzaran a obtener éxito en sus gestiones, que una excitativa lanzada por la Federación de obreros y empleados de la Compañía de Tranvías de México pusiera de manifiesto una vez más la imprescindible necesidad de unirse, para que el personal de la Compañía de Luz convocara a la junta a que me he referido.
   Fue allí donde por primera vez el elemento obrero, en un momento de clarividencia, decidió oponer al soberbio empuje de sus infames opresores el poderoso dique de la fuerza colectiva. Pero hasta ese grupo de trabajadores no había llegado la buena nueva; acostumbrados a asociarse para auxiliarse mutuamente, no pensaron nunca en el tremendo error en que se han basado apolilladas sociedades mutualistas, y, consecuentes con la rutinaria costumbre de quitar lo poquísimo que tiene el trabajador para darlos al que no tiene nada, acordaron como primera providencia la fundación de una Sociedad Mutualista y a pesar de que hasta a algunos de los miembros de la reciente sociedad había llegado la buena nueva, la palabra prodigiosa a cuyo solo enunciado habían caído postergados los ladores de energías y los acaparadores de conciencias, todavía se pronunciaba con temor, con el espanto de todo lo desconocido, la palabra mágica de sindicalismo. Y sucedió lo que había de suceder: que desconocido el sistema de trabajo de los Sindicatos Obreros y habiendo llegado alterados en su totalidad los datos que acerca de esta clase de sociedades de resistencia decían tener los que se consideraban bien enterados, el error presistió, nombróse la mesa directiva y el señor presidente, amo y señor, tuvo a bien citar para una próxima reunión que tuvo verificativo el día 10 del mismo mes, en el Centro Cosmopolita de Dependientes, sito en la 4ª calle de S. Juan de Letrán, Nº 60. Asistió gran número de obreros y empleados de la Compañía de Luz dándose cuenta a los que no estaban enterados de los trabajos comenzados.


   En aquella reunión pudo observarse que en el elemento obrero encontraron eco las ideas avanzadas, el sistema nueo de lucha explicado por varios compañeros, haciendo notar las inconvenientes e innumerables desventajas que acarrearía la sociedad mutualista al trabajador, y la mayoría anónima, con esa previsión que caracteriza a las multitudes, vaciló, y cuando se pidió la sanción de lo llevado a cabo tuvo la más hermosa de las protestas: abandonar el salón, mostrando así su inconformidad con lo acordado anteriormente y haciendo patente con este hecho la inclinación que había por adoptar otro sistema, otra nueva ruta de reivindicación y de progreso. Apenas si unos cuantos se dieron cuenta de que el presidente citaba a nueva reunión en el Salón de Sesiones del Departamento del Trabajo para el día 14 del mismo mes.
   En vista de la divergencia de opiniones y ante el temor, muy justificado por cierto, de que una gran mayoría no concurriera a la reunión del día 14, dando por resultado que la unificación no se llevara a efecto, el compañero Domenzain, presidente de la Sociedad Mutualista en embrión, citó a una junta privada para cambiar impresiones el 12 en la Subestación de la Nana y convirtiendo la azotea de la referida Subestación en Salón de sesiones, se discutió largamente por los 14 o 16 socios que asistieron acerca del carácter que se daría a la agrupación prevaleciendo la iniciativa presentada a favor de transformar en Sindicato la tantas veces citada Sociedad Mutualista.


   Así las cosas verificóse la asamblea del día 14, la concurrencia escaseó por parte del personal de la Compañía de Luz, no así el elemento obrero-electricista de otras compañías y electricistas que trabajaban por su cuenta. Hizo notar el Presidente la necesidad de definir de una vez por todas la índole que debería darse a la agrupación, exponiendo que por lo observado parecía que la opinión estaba dividida, pues mientras unos sancionaban el sistema mutualista, otros, renuentes con estas ideas, proponían la fundación de un Sindicato, indicando la conveniencia de poner a votación las proposiciones que había, resultando de ella que por mayoría quedó aprobada la fundación del Sindicato. Sólo que por razones más o menos fundadas se tomó el acuerdo de que sería independiente de la Federación de Empleados y Obreros de la Compañía de Tranvías.
   Fue en aquella memorable asamblea donde por primera vez escuchamos absortos el verbo rojo, la frase libertaria que templó los espíritus y conmovió los corazones. El compañero Joisé Colado, director interino del Departamento de Trabajo en aquella época, dio a conocer a los novicios sindicalistas la doctrina salvadora, y su palabra fue el toque de atención que despertó las conciencias dormidas, la tea incendiaria que hizo explotar en los cerebros tumefactos del hombre esclavo, de la bestia humana, la mole inmensa del perjuicio moral y de la resignación absurda, dando paso a la verdad, hija del raciocinio y de la conciencia.
   Jamás podré olvidar lo que se dijo y la impresión tremenda que causáronme los conceptos vertidos. Fue algo desconocido, algo sublime que conmovió a la falange obrera, que despertó del marasmo en que yacía, y, ávida de luz, de verdad, de justicia, alzóse altiva, rebelde e irresistible para buscar reivindicaciones no comprendidas y pagar su deuda de odio, de atavismos innúmeros a los que trafican con sus energía. También el compañero Huitrón y algunos otros miembros de la Casa del Obrero Mundial reforzaron con su palabra vehemente y con su fe de convencidos las ideas emitidas e invitaron al nuevo Sindicato a formar parte de la Confederación Obrera.
   Procedióse enseguida a nombrar al comité ejecutivo por escrutinio secreto, quedando integrado en la forma siguiente:


Secretario general, Luis R. Ochoa,
Secretario del interior, Ernesto Velasco,
Secretario del exterior, Antonio Arceo,
Tesorero, Toribio Torres, y
Subtesorero, Jorge Castro,
Consejero, José Colado

Nombráronse también a los compañeros Salvador F. Dolmenzain, Antonio Arceo y José E. Backler delegados a la Confederación de Sindicatos.
   Así terminó la asamblea del día 14, que fue el prólogo de los sucesos que se han desarrollado con rapidez vertiginosa y que en muchas ocasiones han despertado el interés público.
   Jamás se imaginaron los capitalistas insensibles, los pulpos insaciables de energías humanas, que el inmenso entusiasmo, que el aplauso delirante que estalló al proclamarse la fundación del nuevo Sindicato, sería el principio de una era nueva de reivindicación y de justicia, y que la fuerza irresistible y avasalladora de la unión había de hacer inclinar con la resignación de la impotencia muchas frentes altivas, muchos ojos feroces que hasta entonces habían mirado indiferentes, agitarse desesperado y hambriento al hombre-máquina. El gesto desdeñoso y el irónico comentario con que seguramente fue acogida por la burguesía la noticia de la formación del nuevo Sindicato no duró mucho tiempo porque los hechos posteriores han puesto en los rostros y en los labios de esos mismos hombres el gesto del temor y la palabra suplicante.

Luis N. Morones.[1]

   No dudo que una buena parte de los habitantes de la ciudad de México olvidaran tan fácilmente un hecho ocurrido apenas unos días atrás. Me refiero a la entrada triunfal del Ejército Constitucionalista con Felipe Ángeles, “Pancho” Villa y Emiliano Zapata al frente de 53 mil hombres armados que los acompañaban. Aquel suceso, trascendente y emotivo como los que han venido ocurriendo recientemente en la misma ciudad con motivo de la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela rural “Raúl Isidro Burgos” en Iguala, Guerrero, y que han movilizado a miles, deben ser vistos como dos grandes cajas de resonancia. Pero aquella, con ese espíritu revolucionario a tope, en algo pudo influir para empujar a estos hombres con objeto de materializar sus aspiraciones: Crear un Sindicato. En aquel grupo, el que dio un paso adelante en el techo de la “Nana” convencidos de que al darlo forjaban un futuro mejor. Entre los nombres que destacan, nos encontramos con los que siguen:

Ernesto Velasco
Salvador F. Domenzain
Luis R. Ochoa
Carlos de la Peña Gil
José Colado
Luis Harris
Toribio Torres
Antonio Arceo
Carlos Butt
Manuel Leduc
(…) Tresaire
Enrique Sánchez
(…) Revilla
José Rosales de la Vega
José Calvillo Guerra
Francisco Orta
Danilo Soto Nava
Rafael de Ávila
Enrique Guzmán
Roberto Pérez

Las imágenes fueron obtenidas por el autor de estas notas.

José E. Backler
(…) Matías
(…) Arroyo
Conrado Castro Chavert
(…) Cortés
Encarnación Ampudia
Manuel Laris Ontiveros
(…) Trejo
(…) Domínguez
(…) Quevedo.
Salvador Célis Gutiérrez
Gonzalo Cervantes
Joaquín González
Ángel Frutos
(…) Porrás
(…) Barrientos
(…) Mendoza
(…) Silva
Francisco de Célis Vèrtiz.

   Espero que la lección anterior haya servido como un importante registro, por medio del cual, personas como Lucina Jiménez o Rocío García, responsables de la “Nana” sepan hasta qué grado de importancia se eleva un acontecimiento como el narrado aquí.
   La lamentable respuesta de que “este asunto no se corresponde con las actividades del centro cultural” me parece absolutamente patética. Se olvidaron de la memoria.
   Los electricistas, como muchos mexicanos, tenemos memoria.

¡Viva el Sindicato Mexicano de Electricistas!
¡Viva Ernesto Velasco!
¡Viva Antonio Arceo!
¡Viva Salvador F. Domenzain!
¡Viva Luis R. Ochoa!

¡Por el derecho y la justicia del trabajador!

México, 14 de diciembre de 2014.
En el centenario de la creación del S.M.E.



[1] Rojo y Negro. Periódico Socialista Independiente. 1915-1916. Presentación de Víctor Snahcez. México, Sindicato Mexicano de Electricistas, 2004. 196 p. , p. 47-54.