LA LUZ y LA FUERZA DE UNA FOTOGRAFÍA.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
La constante revisión a sinfín de
alternativas que hoy día ofrece la internet, permite si bien, no encontrarse
con “todo”, pues ese “todo” aún no existe, sino que se encuentra en un proceso
quizá más lento que la velocidad misma en la que marcha tal plataforma virtual,
nos acerca por tanto a un auténtico manantial caudaloso de descubrimientos en
los que quizá no alcanzaría una vida para tener tan a la mano el “universo” de
posibilidades que ofrece tal herramienta. En ese ejercicio que lo cotidiano de
semejantes tareas va permitiendo realizar, he dado con un par de fotografías
que pertenecen a la amplia colección de la Fototeca Nacional del INAH, cuyo trabajo
de difusión comienza a dar frutos, interesantes de suyo.
En tales imágenes, realizadas hacia los años
20 del siglo pasado. Se trata de la disposición de las torres de llegada de línea
de transmisión ubicadas exactamente extramuros de la planta de Nonoalco. No
puedo afirmar que se traten propiamente de aquellas que conocimos como torres
tipo “Necaxa”, ni tampoco tipo “Ecatepec”, pero son las que se colocaron a
principios del siglo pasado para integrarse a todo el sistema con el que se “transportó”
la electricidad producida desde la planta de Necaxa hacia la ciudad de México. Son
seis torres, como seis líneas que habría dispuestas para ello. La armonía de su
colocación deja ver el complicado paisaje de sus cuerpos, esbeltas torres que
adquieren, en su andamiaje la armoniosa elevación del progreso que entonces
fulguraba como señal de un futuro mejor para este país.
SINAFO_2868. (Ca. 1920).
El fotógrafo vuelto momentáneamente artista
de la lente, encontró en el ángulo desde donde fueron tomadas, diversas razones
para obtener tal registro. En la segunda de ellas, aparecen a detalle un
conjunto de aisladores tipo “alfiler” en porcelana, o formando algunas cadenas
de aisladores, como parte del diseño que se aplicó para su respectivo armado. Más
arriba, una especie de copete podría insinuar que, con conector de por medio se
conectaba al “hilo piloto”. Fueron épocas en que la influencia del
funcionalismo comenzaba a extenderse en territorios tan sensibles como el arte,
o la fotografía, como es el caso. De ahí que se buscaran diversas expresiones,
como agregados estéticos que fueron logrando otros tantos “diletantes” de la
imagen fija, hasta que por aquellas épocas, tanto Tina Modotti como Agustín
Jiménez se encargaron, desde sólidas trincheras de afirmar en el quehacer de un
ejercicio fotográfico que alcanzaba cotas nunca antes consideradas. Postes y
cables telegráficos, estructuras eléctricas de toda índole y demás
infraestructura industrial, sirvieron como nuevos modelos para ilustrar la
creación y recreación no sólo de artistas afamados, sino también de quienes
pretendían serlo.
SINAFO_2869. (Ca. 1920).
Creo que en esa medida, la infraestructura
de la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. que se desplegaba por
buena parte de la ciudad de México y sus alrededores, debió servir como un
referente perfecto para estos propósitos.
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