POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
REMEMORANDO UNA
“EDITORIAL” PUBLICADA EN MAYO DE 1956.
Tras el reconocimiento a varias de las
demandas planteadas en la revisión al Contrato Colectivo de Trabajo en aquel
año, el Sindicato Mexicano de Electricistas, a través de su publicación
oficial, la revista LUX, alcanzaba
una importante escala de madurez, al sincerarse sobre lo que fueron, en otros
tiempos, ciertas prácticas identificadas como de “torpes violencias”. El
documento que hoy se recupera, tiene que ver con los tiempos en que el S.M.E.
pasaba de una etapa donde los principios sindicales en su estado de pureza, se
convirtieron en un denigrante instrumento para imponer ideologías más entre lo
pasional y lo visceral que con la razón. Este acto de plena conciencia, afirma
que al interior de la misma institución se presentó una revalorización de sus
postulados, y aún lo más importante: reconocer su declaración de principios, de
la que se estaban distanciado, alejando, haciéndose ajenos. Recomiendo la
lectura de la siguiente Editorial”, con objeto de que al final de la misma, y a
50 años vista, tengamos idea cabal sobre los cimientos, estructuras y
andamiajes en que descansaba un sindicato combativo, combatiente, hacia fuera y
hacia adentro y que así como era capaz de identificar síntomas de
descomposición, también lo era para erradicarlos. Espero que al final de la
misma, tenga cada uno de ustedes una clara idea para concebir al S.M.E. como
ente orgánico que funcionaba por aquellas épocas.
LUX. La revista de los trabajadores Nº 26, año XXVIII, 2ª
época, 15 de mayo de 1956, p. 2 y 3.
EDITORIAL.
Pasó la revisión de nuestro Contrato
Colectivo de Trabajo. El 1° de mayo, con su desfile imponente y asoleado, con
la ostentosa exhibición de líderes ataviados con invisibles sombreros de
charro, y con la modesta presencia de unos cuantos dirigentes genuinos en los
lugares de honor; también paso, y a poco más de un mes de la una y unos cuantos
días del otro, estos acontecimientos, muy importantes los dos, se han borrado
casi por completo de nuestro panorama y apenas si recordamos las inquietudes y
satisfacciones que nos depararon.
Y no es que la revisión contractual haya
sido acontecimiento nimio, o que las ventajas logradas en ésta sean
despreciables. Por el contrario. En el ánimo de todos los agremiados está que
en muchos años, el Sindicato Mexicano de Electricistas no se había enfrentado a
su enemigo secular –la Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A.- en
condiciones tan peligrosas –peligrosas para el Sindicato-. Pues si bien es
cierto que en esta vez los trabajadores respondieron en forma espléndida, nunca
estuvo la empresa tan poderosa –económica y políticamente-, y tan agresiva. Eso
no obstante, las prestaciones económicas logradas rebasaron límites
establecidos desde hace varios años y las modificaciones hechas al clausulado
del Contrato tienen revisiones que, sobre la marcha se va a ver que son de
alcance insospechado.
Entonces, ¿qué es lo que nos hace todo esto
como algo lejano y olvidado? Pues sencillamente la amplia perspectiva que se
abre ante nosotros.
El prestigio del Sindicato Mexicano de
Electricistas en el ambiente obrero ha pasado por duras pruebas, pues
desgraciadamente no siempre ha habido en la organización hombres honestos y de
convicción sincera. Hubo tiempos en los cuales el Sindicato Mexicano de
Electricistas, fue otro de tantos que se arrastraba a la saga de las ambiciones
y maniobras política en turno. Pero en descargo de los electricistas, esa etapa
de inercia e irresponsabilidad, ha sido superada en forma definitiva dentro de
nuestra agrupación.
En esta forma, el Sindicato Mexicano de
Electricistas ha recobrado su buen puesto en la vanguardia del movimiento
obrero del país, y si bien debe mantenerse en constante vigilia para exigir la
relevancia de nuestro Contrato Colectivo de Trabajo, defendiendo así las
conquistas logradas, de ninguna manera puede concretarse a eso, que equivaldría
a vivir en un pasado que aunque apenas data de un mes, ya lo vemos dejando
atrás rápidamente.
La agrupación se enfrenta ahora a problemas
nuevos, igualmente urgentes e importantes, entre ellos el más inmediato es la
renovación de la mitad de nuestro Comité Central.
Naturalmente que, dada la orientación
estrictamente democrática que se ha dado a nuestros agremiados, esta lucha electoral
–que promete ser reñida- será única en los anales de nuestra historia. En esta
ocasión no se utilizará a la H. Comisión de Justicia como instrumento para
favorecer a un grupo y nulificar los derechos sindicales de sus contrincantes. –No
se abusará del puesto en la dirección para coaccionar a unos o tratar de
imponer a otros.
No se utilizarán los fondos sindicales para
pagar propagandas periodísticas, denigrando a unos y ensalzando a otros.
No se simularán asaltos a las oficinas sindicales
para tratar de encubrir maniobras políticas. –Y no se incurrirá en el estúpido
y repugnante delito del robo de las ánforas.
No compañeros, el Sindicato Mexicano de
Electricistas ha rebasado definitivamente esa etapa de torpes violencias. En dos
años de verdadera democracia, ha aprendido lo que no pudo aprender en muchos
años de ineptas tiranías.
No toca a los actuales dirigentes responder
de la ecuanimidad de los contendientes en esta justa. Son ellos lo que, dando
ejemplo de verdadera conciencia sindical, deberán mantener la lucha electoral
dentro de los límites de la verdad y de la decencia. Esto demostrará a los votantes,
que los candidatos son capaces de responder de sí mismos y llegado el caso,
serán dignos de desempeñar el cargo para el cual se postulan.
Por estas razones, y en contraste con
ocasiones anteriores, nos disponemos esta vez a presenciar la contienda
electoral con espíritu optimista, sin angustia y sin el temor de que ésta sea
pretexto de divisiones internas o de imposiciones indeseables.
Los trabajadores conocen a sus hombres y
estamos seguros de que, garantizando la absoluta libertad de voto y la
legalidad de todo el procedimiento, la elección que ellos hagan será la mejor.
25 de abril de 2014.
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