CURIOSIDADES ELÉCTRICAS DE ANTAÑO
EXHUMADAS HOGAÑO.
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Esta frase sonó rotunda, contundente aquella
mañana del 27 de septiembre de 1960. La pronunció ni más ni menos que el Lic.
Adolfo López Mateos en un discurso que sigue siendo referencia para muchos
mexicanos, luego de haber sido obtenida la nacionalización de la industria
eléctrica. A continuación, comparto con ustedes el mencionado discurso:
Lux.
La revista de los trabajadores, año XXIX, 2ª época, N° 85, 30
de septiembre de 1960, p. 16.
Sin embargo, desde entonces quedó sembrada
una duda: ¿A qué Merino o merinos se refería López Mateos?
Recuerda nuestro viejo compañero Juan Guerra
Martínez:
La mayor satisfacción de los que
vivimos esos históricos momentos para toda la gran familia mexicana fue en la
mañana del 27 de septiembre (de 1960) en nuestro zócalo cuando la gran mayoría
de los electricistas escuchamos de nuestro Primer Mandatario las sinceras
palabras de “En la nacionalización de la electricidad no habrá merinos ni
ladrones”, palabras dichas con gran emoción y con esa sencillez tan
característica en el licenciado López Mateos; pero también en labios de Palomo
(refiriéndose a Luis Aguilar Palomino, entonces Secretario General del S.M.E.)
se escuchó algo que por sincero y espontáneo fue estrepitosamente aplaudido por
todos los allí reunidos, “muchos días de estos, señor Presidente”; porque esta
frase significó cualquiera de estas dos intenciones: felicitación al licenciado
Adolfo López Mateos por el día de su onomástico, o bien felicitación y petición
por muchas empresas nacionalizadas.[1]
Afortunadamente la respuesta también ha sido
posible encontrarla en la entrañable Lux,
siendo el recordado Luciano Galicia quien nos apoya con esos datos “clave”.
Escribe aquel aguerrido compañero:
Por
fin, la Procuraduría General de la República ha pedido al gobierno de los
Estados Unidos la extradición del famoso delincuente Jaime J. Merino, que
todavía unas semanas antes cobraba 6,000 dólares de Petróleos Mexicanos como
encargado de ventas en Los Ángeles, California.
Los empleados de la Procuraduría han
consignado en Poza Rica a varios pájaros de cuenta… honorables líderes y
funcionarios merinistas que se enriquecieron increíblemente saqueando la
industria petrolera nacionalizada.
Se acusa a Merino de que en 1958 defraudó 2
millones de pesos a Petróleos Mexicanos. Seguramente fue su peor año (¡15
años!), pues ya se ha dicho que el robo de Merino asciende a centenares de
millones de pesos.
La clase
trabajadora espera que el gobierno del presidente López Mateos haga pagar sus
crímenes y sus robos a Merino y socios sin importar su categoría política.
Si hay algo a lo que se le puede llamar “traición
a la patria”, es el saqueo a la industria petrolera de México… ¡Ah, si estos
traidores fueran puestos en las manos del pueblo de Poza Rica![2]
Jaime J. Merino, delincuente de “cuello
blanco” que estafó y robó a placer…, ese es en realidad el personaje del que
subliminalmente se refieren López Mateos, Aguilar Palomino y que ahora Luciano
Galicia nos revela “santo y seña” del “pájaro de cuenta” de que se trataba.
Bueno es recordar a nuestros actuales
políticos que en el pasado, hace justo 56 años, estuvo de moda un oscuro
individuo que lastimó las finanzas y la credibilidad de una empresa que, como Petróleos
Mexicanos resultó dañada presupuestalmente. Por supuesto que en nuestros días,
han afinado ese viejo estilo, y ahora, bajo el principio de la Reforma
Energética y sus leyes secundarias el saqueo es desconsiderado.
Nada hay nuevo bajo el sol.
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