LUZ
y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA y SUS AUTORES INVITADOS.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
LUX.
La revista de los trabajadores. Año XII, N° 2, febrero 15 de
1939, p. 32-3.
Una de las luminarias en nuestra literatura
nacional, Xavier Villaurrutia, se convierte en colaborador de LUX. La
revista de los trabajadores. Poco a poco se va descubriendo la cobertura
que esta emblemática publicación ha tenido a través de los tiempos. Como sabemos,
LUX surge en 1928 y sigue
publicándose en este 2016. En diversas épocas sus páginas fueron terreno fértil
para recibir a una serie de autores que se convirtieron, con el paso de los
años en figuras relevantes de la literatura nacional. Para el caso que hoy se
aborda, contamos con la presencia de Villaurrutia, quien hace una reseña
teatral, en términos bastante críticos sobre las condiciones que los espacios
teatrales tenían, por lo menos en aquel año de 1939. Su reproche tenía razón en
la medida en que no existían espacios dignos para trascender el teatro como una
de las condiciones en que se extendía y debe seguirse extendiendo el arte. No sé
si al tener un espacio tan especial en LUX
fue abrazado por esa garantía de absoluta libertad para expresar aquello que no
podría haber escrito en publicaciones sometidas a limitaciones establecidas por
el estado.
Villaurrutia anhelaba el teatro ideal justo
cuando no había teatros dignos de una representación que así lo demandara. Pero
al margen de este “exabrupto intelectual”, el hecho es que se descubre una
colaboración que podría pasar a formar parte de lo inédito.
“Si tiene alguno, el remedio del teatro en
México está en crearle un ambiente nuevo, hacerle respirar un aire puro,
desatarlo de una falsa tradición, hacerlo recorrer un camino de orden clásico,
renovar su material humano, sus útiles materiales y crearle amistades jóvenes,
vivientes, que formen su nuevo público”.
Grato descubrimiento,
sí que lo es.
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