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jueves, 7 de febrero de 2013

AUTORES INVITADOS: ROLANDO RAMÍREZ.

SELECCIÓN DE: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.

   El propósito de incorporar en esta sección la obra, la investigación y las diversas publicaciones que, en torno a la historia de la electricidad en México han realizado diversas personas con una especialización profesional específica, persigue fines de documentación. En la medida en que se vaya generando un posible banco de datos, en esa medida, los investigadores podrán disponer de fuentes confiables, hasta en tanto no se tenga, por el lado de las fuentes emanadas de la propia empresa Luz y Fuerza del Centro, la documentación que hasta hoy, sigue bajo resguardo, en el cumplimiento de la “condena” a una guarda de diez años, guarda que si ha de cumplirse bajo el rigor, quedará liberada a partir de octubre de 2019. Cuando esto suceda, esperamos encontrar o reencontrarnos nuevamente con las demasiadas cosas que se nos fueron negadas a partir del 9 de octubre de 2009.


Tomado de: http://www.rosenblueth.mx/fundacion/Numero13/conciencia13_electricidad.htm

La electricidad en México: Rolando Ramírez

La leyenda de un país con enormes recursos naturales es una plena realidad cuando se habla de combustibles. En petróleo el diablo nos escrituró una envidiable cifra: en 1999 nos quedaban reservas cercanas a 50 000 millones de barriles, casi 5 por ciento de la reserva mundial, y 64 000 millones de pies cúbicos de gas natural, 1.3 por ciento de las reservas del mundo. Esta enorme riqueza no ha sido manejada con racionalidad económica ni energética, pues no tenemos necesidad de ser eficientes con tanta abundancia.
A pesar de que México no participó en los albores de la investigación científica y aplicada de la electricidad, muy temprano conocimos esta nueva tecnología. Se dice que la primera planta generadora se instaló, en el lejano 1879, en León, Guanajuato. Dos años después, las primeras lámparas de arco iluminaban algunas calles y salones de la ciudad de México.
Al finalizar 1899 la capacidad instalada era de 31 039 Kw en industrias textiles y mineras, todas de inversión privada. Las concesiones para su instalación fueron otorgadas por autoridades federales, estatales y municipales. De 1897 a 1911 se organizaron más de 100 empresas eléctricas (EE) con tecnologías diversas, diferentes frecuencias de generación, voltaje, en corriente alterna y directa. La mayoría eran plantas aisladas para industrias, alumbrado público y pocos servicios domésticos.
La primera expansión de la industria eléctrica siguió el mismo patrón caótico que en otros países, multitud de permisos a diversas empresas. La consolidación se forzó con la compra de los competidores con buena fe o con amenazas, disminución de precios de venta o corrupción. La historia registra que Mex-Light bajó 50 por ciento sus tarifas para disminuir la competencia.
En los primeros 25 años del siglo, el crecimiento de la electricidad fue de 12 por ciento anual, de 31 a 390 MW. El incremento en capacidad prosiguió con bajas tasas, de tal forma que en 1943 se registran 680 MW. El impulso lo dio la CFE una vez que los primeros proyectos entraron en servicio, de 720 MW en 1945, a 1 400 MW en 1951.
A finales de los años treinta existían cerca de 90 EE, siendo las más importantes Impulsora de Empresas Eléctricas, filial de Bond and Share norteamericana, y Mexicana de Luz y Fuerza, empresa canadiense. En 1950 existían 1 531 EE en el país, con casi 17 000 trabajadores agrupados en 50 sindicatos, 1 273 MW instalados y generación de 4 548 MWh, para una población de 25.75 millones y un consumo per cápita de 162.6 Kwh.
En abril de 1926 fue expedido el Código Nacional Eléctrico, presumiblemente copia del National Electric Code de Estados Unidos, para iniciar la normalización técnica. A mitad del siglo las centrales generadoras en el país operaban a diferentes frecuencias de generación, nueve, la mayoría eran de 50 ciclos por segundo en la ciudad de México –usada actualmente en Europa– y en el resto de 60 ciclos por segundo, que es de uso general en Estados Unidos; estas diferencias impedían interconexiones entre centrales generadoras, sistemas de transmisión y distribución.
En enero de 1934 se autorizó al Ejecutivo Federal a constituir la Comisión Federal de Electricidad, la cual fue creada el 14 de agosto de 1937. La planeación en el desarrollo eléctrico, la mejor explotación y ubicación de los recursos, la sintonía con los programas de desarrollo económico y la formación de técnicos fue la gran tarea de la CFE. El 11 de febrero de 1939 se publicó en el Diario Oficial de la Federación la primera Ley de la Industria Eléctrica, en la que se definió a la electricidad como un servicio público que puede ser prestado por el Estado o por los particulares mediante concesiones.
En 1951, los 1 400 MW de capacidad instalada fueron integrados por Méx-Light (378 MW), Impulsora (197 MW), propiedad estatal (26.5 por ciento: 370 MW) con CFE, y Eléctrica Chapala y otros inversionistas (455 MW).
En un acto de plena soberanía, de racionalidad económica y de eficiencia industrial, el gobierno mexicano con grandes dotes de negociador, adquirió en abril de1960 la totalidad de los bienes de Impulsora de Empresas Eléctricas, filial de American and Foreing Power Company y subsidiaria, a su vez, de Bond and Share. Asimismo adquirió la mayoría de las acciones de Mexicana de Luz y Fuerza Motriz. Es de notarse que no fue un acto expropiatorio, fue simplemente un take over, hoy por hoy una práctica muy extendida.
La culminación, y tal vez justificación de estos actos, se dio con la inscripción en el párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución:
…Corresponde exclusivamente a la Nación generar, transformar, distribuir y abastecer energía eléctrica que tenga por objeto la prestación de servicio público. En esta materia no se otorgarán concesiones a los particulares y la Nación aprovechará los bienes y recursos naturales que se requieran para dichos fines.
Esta acción no repercutió en las relaciones internacionales del país, ya que en varios países como Francia, Italia y el Reino Unido, la industria eléctrica estaba en manos del Estado. El control y propiedad de la industria de suministro eléctrico permitió:

·          Planeación uniforme según programas nacionales.
·          Unificación de frecuencias de operación.
·          Interconexión de sistemas.
·          Un solo régimen tarifario, existían 168.
·          Normatividad nacional.
·          Capacitación profesional.
·          Optimización de recursos.
·          Menor y mejor administración y gerencia.
·          Los beneficios técnicos, económicos y sociales, se manifestaron de inmediato:
·          La industria se expandió y atendió áreas no cubiertas anteriormente.
·          Electrificación de zonas deprimidas y rurales.
·          Formación de un cuerpo técnico de experiencia.
·          Integración de departamentos de planeación, de ingeniería, diseño y construcción.
·          Especialización en transmisión y distribución.

La ingeniería de diseño en generación, en principio en centrales hidroeléctricas y muy posteriormente, en 1976, una prestigiada empresa extranjera capacitó al personal en diseño de centrales termoeléctricas.
Los técnicos de la industria eléctrica mexicana son reconocidos internacionalmente y a la fecha son prácticamente autosuficientes. Empresas consultoras que han auditado a la CFE expresan que los indicadores de productividad, eficiencia en generación, fallas en equipos, interrupciones por usuario y otros, compiten con empresas de países desarrollados.
El sector eléctrico en México comprende dos empresas propiedad de la Nación: CFE y Luz y Fuerza del Centro, esta última opera en el área metropolitana de la Ciudad de México y la primera en el resto del país. Las dos verticalmente en generación, transmisión y distribución.

Generación

El 97 por ciento de la generación (37 700 MW) lo concentra la CFE en nueve regiones de producción que dependen de una dirección de generación. Cada región es semiautónoma; las funciones de planeación y presupuesto están centralizadas, la operación es de su propia responsabilidad. Son casi 70 centrales las más importantes que integran a 300 unidades generadoras.

Transmisión

La red nacional en tensiones de 230 y 400 kv, tiene una longitud de 35 000 Km y en tensiones de 115 y 85 kv es de 42 000 Km. Las áreas de transmisión en el país se empatan con las de generación en diferente estructura.

Distribución

Existen nueve regiones tarifarias en el país que son atendidas por trece gerencias divisionales de distribución que dependen de una subdirección nacional. CFE atiende a 17.9 millones de los casi 23 millones de contratos que se han celebrado a nivel nacional. La longitud de la red nacional de distribución en baja tensión es de 550 000 Km.

Comercialización
Las funciones de medición de la electricidad que consumen los usuarios, su facturación y cobro se realiza por personal de distribución.

Cifras del desarrollo

El cuadro 1 muestra el crecimiento quinquenal de la electricidad. Como se observa, el incremento en capacidad de generación en los últimos quince años ha sido el menor en la historia de la electricidad, sobre todo en este sexenio. La capacidad total instalada en 1998 se muestra a continuación.
Capacidad instalada según tecnología. Diciembre de 1998

Vapor convencional
18 983
54%
Hidroelectricidad
9 702
28%
Turbinas de gas
1 929
5%
Ciclo combinado
2 463
7%
Combustión interna
120
0.3%
Nuclear
1 309
4%
Otros
750
2%

Al comparar el parque de generación de Estados Unidos y México, podemos ver claramente que tenemos plantas más eficientes y una mayor proporción con energías renovables. Las centrales de ciclo combinado representaron en 1998, 7 por ciento contra 2 por ciento en Estados Unidos. Las centrales hidroeléctricas, en México, 28 por ciento vs. 10 por ciento en Estados Unidos. Las auditorías externas o practicadas a CFE expresan que los niveles de confiabilidad, de eficiencia energética (Heat Rate o Consumo Térmico Unitario), son mejores que el promedio de las centrales generadoras en Estados Unidos.
De acuerdo con informaciones de la Comisión Federal de Electricidad en su página de Internet, el comercio de electricidad en 1999, se muestra en el cuadro 2.
Si recordamos lo que dicen la Ley y el Reglamento acerca de las tarifas y el aprovechamiento, y si suponemos que cada año se debe invertir en un sector tan dinámico como el que nos ocupa, un 10 por ciento de los activos, sólo para CFE se financia el 40 por ciento con créditos.

Requerimientos de inversión:
34.5 – 13.8 = 20.7 miles de millones, con recursos propios.

Los ingresos deberán ser de 90 500 millones de pesos, o se incrementan las tarifas para obtener ese nivel de ingresos o se subsidia con sólo 8 500 millones de pesos para tener un incremento sustentable en 1999. Lo que los políticos aducen es que el subsidio es de 31 800 millones de pesos y que erosiona el presupuesto, lo cual es una absurda maniobra de partidas virtuales.

Evaluación del sistema eléctrico de México

Estudiosos de los sistemas eléctricos definen que existen tres elementos básicos para evaluar las industrias de suministro de electricidad:

·          Margen de reserva
·          Precios relativos de las tarifas
·          Tendencia histórica de los precios reales.

Margen de reserva

Durante los más de 60 años en que la CFE ha sido responsable de la mayor parte del sector eléctrico, siempre mantuvo un margen de reserva adecuado según los estándares internacionales, excepto en el sexenio que está por terminar.
La curva de capacidad instalada es "plana" a partir de 1995, a diferencia de los años previos; la curva de generación bruta es siempre ascendente. Es obvio que cuando no se instala oferta de capacidad y la demanda es creciente, en primer lugar disminuye la reserva y posteriormente la demanda supera a la oferta y se producen cortes y apagones. Y si se desea recuperar el ritmo de instalación de capacidad hay que aumentar el monto de las inversiones. Como las tarifas no alcanzan hay que recurrir a préstamos y si estos se agotan o disminuyen, hay que permitir la inversión extranjera. Todo un juego perverso.

Precios relativos de las tarifas

Los usuarios industriales tienen un volumen de consumo mayor a los comercios y mayor aun a los residenciales (nuestras casas) y por lo general se da el servicio a una mayor tensión, por lo que el precio a la industria es menor al precio de los otros dos sectores. De la misma forma es la relación comercio vs. residencial. De lo anterior se deduce que el precio de las tarifas industriales es menor al comercio y éste a su vez es menor que el servicio domestico. Si no se cumple lo anterior existirán subsidios de un sector a otro. En el cuadro 3 tenemos índices internacionales.
Los datos de México son obtenidos de la información de CFE y la de los otros países de un texto. El autor destaca que Francia aplica mejor las tarifas de acuerdo a los costos marginales de la electricidad al igual que Inglaterra en 1990. Por lo contrario en el caso de México, se observa distorsión de las tarifas y un subsidio cruzado del sector comercio al residencial. La Secretaría de Hacienda no realiza su tarea. Para un estudio de profundidad se requiere todo un cúmulo de datos. El personal de CFE y LYF tienen un amplio conocimiento, pero ellos no definen las tarifas, las autoriza Hacienda, sin tener idea del problema.

Tendencia histórica de los precios

Un análisis de los precios reales, promedio de venta de los diversos sectores en el sexenio que termina, demuestra que el crecimiento real se da en los "subsidiados": bombeo, alumbrado y residencial. Los sectores de la mediana y gran industria tuvieron un incremento promedio en sus precios igual al 50 por ciento de la inflación; éstos son los favoritos.
Los tres puntos anteriores demuestran que los funcionarios responsables de establecer las estrategias de corto y mediano plazo, lo relativo a las tarifas, nuevas obras y supervisar las actividades del sector, han incumplido en gran medida sus deberes, le deben una explicación al pueblo mexicano por haber transformado la industria eléctrica en sólo seis años: de "orgullo nacional" en un enfermo que requiere de la transfusión del capital extranjero para sobrevivir.

Legislación o regulación

Las primeras plantas de generación hidráulicas fueron concesionadas por estados y municipios hasta que se emitió la Ley de Aguas Federales, en 1894, que autorizó al Ejecutivo Federal para otorgar concesiones de aprovechamiento de las aguas federales. Las plantas termoeléctricas siguieron siendo concesionadas por los estados y la federación.
En 1926, se emitió el Código Nacional Eléctrico que fue el primer intento de regular la reciente industria eléctrica. La primera Ley de la Industria Eléctrica se emitió en 1939, con el objetivo central de:
Regular la generación de energía eléctrica, su transformación, transmisión, distribución, importación, exportación, compraventa, utilización y consumo, a efecto de tener su mejor aprovechamiento en beneficio de la comunidad.
La LIE define que las concesiones serán otorgadas por la Secretaría de la Economía Nacional, quien tendrá bajo su supervisión el cumplimiento de la Ley. La definición de las tarifas será responsabilidad de esta secretaría, aun cuando no se expresa con claridad el método para definir tarifas, se deduce que es el "costo del servicio".
En diciembre de 1948 se crea un organismo público descentralizado –Comisión de Tarifas Eléctricas– con funciones para definir el régimen tarifario y los cargos a los usuarios, sobre la base de estudios económicos debidamente analizados con las empresas de suministro y con funcionarios del sector comercial e industrial público y privado.
En 1983 se emite una nueva Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica. Se crea la figura de autoabastecimiento, que autoriza a los grandes consumidores a instalar plantas de generación para surtir su consumo; la definición de las tarifas será responsabilidad de la Secretaría de Hacienda y la supervisión de la Secretaría de Energía y Minas.
En diciembre de 1992 se emitió la Ley de la Industria Eléctrica que está vigente, se crearon las figuras de autoabastecimiento, cogeneración, productor externo, pequeño productor, importador y exportador, las cuales no constituyen servicio público que es responsabilidad de la CFE. Se autoriza a que las líneas de transmisión puedan ser usadas por los permisionarios autorizados para transmitir electricidad de sus centros de generación a sus puntos de consumo. Se establece el pago por parte de CFE al gobierno federal de una cuota por el aprovechamiento de los activos, en la práctica es del 9 por ciento del valor. Es importante mencionar que la Ley de referencia indica en su artículo 46:
Los montos que se deriven del pago del aprovechamiento mencionado se destinarán para complementar las aportaciones que efectúa el gobierno federal a la Comisión Federal de Electricidad para inversión en nuevas obras de infraestructura eléctrica hasta el monto asignado para tal efecto, conforme al presupuesto de egresos de la Federación y se aplicarán de acuerdo con los preceptos autorizados.
Es muy importante esta aclaración ya que con frecuencia se confunde el destino etiquetado de la aportación con subsidios. La supervisión de la operación e inversiones de CFE está dada por:
La Junta de Gobierno, integrada por cinco secretarios de Estado, el director de Pemex, el propio de CFE y tres representantes del sindicato.
El Consejo de Vigilancia, integrado por tres miembros: un representante por la Secodam, otro de la Secretaría de Energía y otro de la Junta de Gobierno.
La Secretaría de Energía, quien es responsable del cumplimiento de la Ley de la Industria Eléctrica.
La Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo.
La Contaduría Mayor de Hacienda de la Cámara de Diputados.
La Comisión Reguladora de Energía.
No existe una supervisión continúa sobre las actividades de CFE a la manera de la regulación en otros países, ni se crean comisiones especiales para analizar algún evento crítico. Normalmente la información disponible para los analistas externos es reducida y general. En el artículo cuarto de la Ley se definen las funciones de la CFE, cita no textual:
Planeación del sistema eléctrico nacional
Generación, conducción, transformación, distribución y venta de electricidad
Realizar las obras e instalaciones que requiera la planeación y operación
Los artículos quinto y sexto asignan responsabilidad a la Secretaría de Energía, para dictar disposiciones del servicio público y autorizar los programas de la CFE.
A la Junta de Gobierno la obliga el artículo 12 a supervisar totalmente las actividades de la CFE, presupuesto, programas, tarifas (propuesta), servicio, expansión y capacitación.
La Ley de Servicio Público de Energía Eléctrica y su reglamento definen que las empresas del sector eléctrico deben ser totalmente autosuficientes. El artículo 48 del Reglamento, expresa:
La fijación de las tarifas tenderá a cubrir las necesidades financieras y las de ampliación del servicio público, propiciando a su vez el consumo racional de energía, para lo cual:

I. Reflejarán el costo económico de lo rubros de generación, transmisión y distribución de la energía eléctrica suministrada, incluyendo en tal concepto tanto la que genera el propio suministrador como la que obtenga éste de los productores externos, y considerará los requerimientos de ampliación de infraestructura eléctrica, y
II. Se ajustarán de acuerdo con la evolución de los costos económicos a través del tiempo, tomando en cuenta, separadamente, los rubros de generación, transmisión y distribución, así como las diferencias o variaciones relevantes por factores regionales o estaciónales, los cambios en productividad o eficiencia y los derivados de condiciones de operación del sistema durante los periodos de demanda base, intermedia o pico
Adicionalmente, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público podrá tomar en consideración las tarifas internacionales para un servicio de calidad similar.
Los elementos a que se refiere este artículo podrán estar explícitos o implícitos en las tarifas.

Comisión Reguladora de Energía

En enero de 1994 se creó la Comisión Reguladora de Energía (CRE), por decreto de 1993, como órgano desconcentrado con funciones consultivas en materia de electricidad. En octubre de 1995 se emitió una nueva Ley que asignó a la cre funciones de regulación de las industrias eléctricas y de gas natural, con autonomía y como órgano desconcentrado de la Secretaría de Energía. En electricidad, el objeto de la cre es promover el desarrollo eficiente:

I. El suministro y venta de energía eléctrica a los usuarios del servicio público;
II. La generación, exportación e importación de energía eléctrica, que realicen los particulares.
III. La adquisición de energía eléctrica que realicen los particulares.
IV. Los servicios de conducción, transformación y entrega de energía eléctrica, entre las entidades que tengan a su cargo la prestación del servicio público de energía eléctrica y entre éstas y los titulares de permisos para la generación, exportación e importación de energía eléctrica.
Durante su gestión, la cre ha otorgado 155 permisos de generación de electricidad en autoabastecimiento, cogeneración y producción independiente, a inversionistas privados y a empresas estatales. La regulación eléctrica la ha iniciado con lo siguiente:

·          Reglamento en materia de aportaciones.
·          Metodologías y contratos marco:
·          Contrato de interconexión (permisionarios a la red eléctrica)
·          Convenio de servicios de respaldo para que los permisionarios dispongan de electricidad en paros forzados o programados.
·          Convenio de compraventa de excedentes (de CFE a los permisionarios)
·          Convenio de servicios de transmisión (de centros de generación a puntos de consumo)
·          Metodología para determinar los cargos por servicios de transmisión.
·          Metodología para determinar el cargo por servicios conexos.

Puede afirmarse que los resultados de la CRE en sus escasos cinco años, han sido satisfactorios si se toman en cuenta las limitaciones de los marcos jurídicos, la falta de cultura regulatoria en el país, la ausencia de personal experimentado en estos temas en los diversos niveles del Estado que deben participar en la regulación y sobre todo por falta de definición política de los estrategas de la energía.

Propuesta de reestructuración del sector eléctrico: 1998

En febrero de 1999 el presidente Zedillo envió al Congreso de la Unión una iniciativa de ley para reestructurar a la industria eléctrica. Esta propuesta puede consultarse en la página de Internet de la Secretaría de Energía, de Presidencia o de la Comisión Reguladora de Energía.
La aplicación del proceso de reforma se proyectó en tres etapas:

I. CFE y LFC se transformarían de empresas verticalmente integradas a varias empresas de generación y distribución y en una de transmisión. Se definiría el marco básico regulatorio, el diseño del nuevo mercado eléctrico y se formaría un organismo público descentralizado para operar la gran red de transmisión y el mercado o despacho eléctrico, Centro de Operación del Sistema eléctrico Nacional (Cosen). El despacho o la asignación de la carga (potencia que generen) a los diferentes generadores se daría con base en precios de generación.
II. En la segunda etapa operaría un mercado al mayoreo en generación. Se abriría a la inversión privada nacional y extranjera. La asignación de las cargas se da en función de la oferta (subasta. La compra de electricidad en el mercado se da en función de los precios de subasta mas un pequeño margen para el Cosen, será posible celebrar contratos bilaterales entre generadores y: distribuidores, usuarios y comercializadores.
III. Las empresas estatales que quedaron de generación y distribución serían desincorporadas progresivamente. Este proceso será crucial para que la transformación del sector eléctrico sea completa y exitosa y permitirá obtener recursos para el desarrollo social y para construir los fondos que sustenten los pasivos laborales que se tienen con los trabajadores y con los jubilados del sector.
Como es conocido, esta propuesta que se basó en el caso California, no prosperó, mas los voceros del señor Fox indican que la apertura al capital extranjero en la industria eléctrica se realizará en la próxima administración.

Para terminar cuatro reflexiones y una conclusión:

1. En la revista The Industry Standard (www.thestandard.com) de este septiembre 18, en su editorial "Top News" expresa:
En San Diego la facturación eléctrica se duplicó, el suministro de energía se limitó y los precios se dispararon como cohetes. Durante la ola de calor de mediados de junio hubo interrupciones eléctricas alternadas en San Francisco y en Sillicon Valley. Los políticos sintieron el calor del verano y el político por las airadas reclamaciones de los usuarios. Finalmente al inicio de septiembre el gobernador Davis redujo drásticamente los precios. (Nota: estableció precios topes de 6 centavos por Kwh. para diciembre de 2001.) La desregulación eléctrica fue prometida como una suave tendencia a la baja en los precios y un caudal de inversiones en nuevas plantas. Por el contrario, tenemos incrementos brutales en los precios, interrupciones y disminución de las reservas.
Es importante la cita, ya que la propuesta de reestructuración se apoya en las experiencias de los países o estados que han establecido una desregulación.
2. Los problemas que aquejan al sector eléctrico son muy graves como para dejarle la tarea solamente al poder ejecutivo y al legislativo. La información que pueden tener es muy limitada. Un ejemplo, cuando el Presidente Zedillo regresó de un viaje a Sudamérica, en junio de 1999, en conferencia de prensa informó que sus colegas del Cono Sur le expresaron que estaban ampliamente satisfechos con la nueva estructura de la industria eléctrica, se supone que Argentina y Chile. Horas después, en Chile se decretaba la terminación del estado de excepción en la electricidad, por semanas los chilenos no pudieron celebrar espectáculos nocturnos a no ser que se contara con planta propia, los aparadores no se iluminaban, durante la noche había suspensiones alternadas por barrios o ciudades y así por estilo. Obviamente que no se informó a nuestro Presidente.
En un programa especial de canal 13 de televisión, para promover la reestructuración eléctrica (por cierto un documental malísimo y plagado de errores), en una entrevista al presidente electo, sus asesores le hacen decir que una de las razones por las que la CFE está muy mal es porque tiene muchas plantas que queman combustóleo. Si analizamos los parques de generación, de Estados Unidos y México, que están en cuadros anteriores, nos daremos cuenta que el de México es relativamente más moderno, casi 400 000 MW son de carbón o combustóleo, contra 17 000 MW en México, lo que no indica que su industria sea obsoleta.
3. Lo que es totalmente cierto es que no sólo el sector eléctrico, muchas otras cosas deben cambiar, transformar, modernizarse en el país. Las empresas tienen cargas excesivas de personal, que no entró por la puerta trasera, fue producto de los "triunfos" de los sindicatos por los corporativismos, amiguismos y falta de tecnología en algunas áreas. No es posible que, cuando al sistema ya no le sea útil, un grupo lo deseche. Hay que buscar fórmulas que beneficien al país y no sólo a los empresarios que compran "empresas saneadas".
Existe un gran rezago en la definición de tarifas, es un trabajo técnico que no puede estar en manos de Hacienda, existe todo un bagaje teórico y práctico para establecer precios reales y competitivos de electricidad.
4. El motor de cambio en esta industria fue el desarrollo tecnológico, estos avances no se detienen, los equipos de generación más modernos son los ciclos combinados a base de gas natural con eficiencias de 50 a 60 por ciento, estos equipos permitieron la competencia en generación. Existen en el mercado nuevos equipos, las micro turbinas con capacidades suficientes para alimentar edificios y las celdas de combustible para el transporte y usuarios residenciales. A continuación se presenta una gráfica del artículo "The Electric Revolution" aparecida en septiembre en The Economist. ¿Debemos, en el futuro cercano, adelantarnos y que los técnicos inicien contactos para establecer fábricas en el país y no ser tan dependientes de los pocos fabricantes de equipos?

Conclusiones

Los retos del sector son grandes y variados, el país espera soluciones inteligentes y no las fáciles, como suplicar ayuda extranjera. Todos los que puedan aportar deben tener una participación en el análisis. Lo que se agota es el tiempo: único recurso no renovable, que no puede manipularse, como las estadísticas. Las empresas eléctricas del Estado deben manejarse con plena autonomía y responsabilidad, con órganos de fiscalización que garanticen un muy buen funcionamiento. Un estudioso de la reestructuración inglesa aconseja que la estrategia de cambio en la industria de servicio eléctrico debe basarse en:
Los Estados Nacionales no deben permitir que el control de la industria salga de sus manos, es un asunto de seguridad nacional.
La(s) plataforma de reestructuración deben analizarse abiertamente, de frente a la sociedad, las reformas realizadas en oscuros pasadizos burocráticos o impuestas desde el poder, no funcionan.
Los consumidores deben percibir mejoría en el servicio, calidad, precio, problemas ambientales, modernización, facilidad en contratación, pagos y trámites diversos y una clara participación oficializada en la nueva estructura
Los trabajadores deben ser sujetos importantes en la reforma, participar en los beneficios de venta, capacitación, servicio y motivación.
Las jerarquías de los niveles de gobierno deben opinar y participar, la estructura nueva no debe ser un espejo de la empresa antigua, vertical y autoritaria. Los estados y municipios deben opinar y participar en el diseño y operación de la nueva estructura y como propietarios de las empresas, si así lo decide su soberanía.
Si se desea privatizar o realizar modificaciones profundas hay que realizarlo con sistemas eléctricos sanos con margen de reserva, tarifas que reflejen los costos reales de la electricidad y con una planeación efectiva.
La discusión debe ser abierta, existen soluciones de corto plazo. Los directivos de la electricidad han manifestado recientemente que el abasto está asegurado en el corto plazo.

Participemos.

Cuadro 1. Crecimiento de la electricidad en México
Capacidad instalada Generación bruta

Año
MW
%
MW
%
1945
720
6
3,068
21
1950
1,273
77
4,423
44
1955
1,929
52
7,002
58
1960
3,021
57
10,728
53
1965
5,238
73
17,733
65
1970
7,414
42
29,351
66
1975
11,251
52
44,821
53
1980
16,862
50
66,956
49
1985
24,069
43
93,404
40
1990
28,261
17
122,757
31
1995
33,073
17
150,638
23
1999
36,666
11
202,694
35

Cuadro 2. Ventas de electricidad según sectores en 1990
Clientes: 22,916,937


Ventas en MWh
Millones de $
Precio medio $/KWh
Doméstico
33,370.5
16,440.6
49.57
Comercial
10,963.7
12,971.8
118.32
Servicios
5,431.7
5,060.2
93.16
Agrícola
7,996.6
2,057.6
25.73
Mediana Industria
49,445.5
25,901.6
52.38
Gran Industria
37,788.5
13,360.7
35.36
Sumas
144,996.5
75,792.4
52.27
Comisión Fed. Elect.
117,433.8
59,217.7

Luz y Fuerza
27,562.7
16,574.8


Cuadro 3. Índices internacionales

                         1970                        1980                     1990
País
Indus.
Resid.
Comer.
Resid.
Indus.
Resid.
Comer.
Resid.
Indus.
Resid.
Comer.
Resid.
Estados Unidos
0.79
0.96
0.88
1.02
0.86
0.93
Reino Unido
0.76
0.76
0.70
0.92
0.59
0.83
Francia
0.42
0.42
0.62
0.66
0.35
0.58
México
0.23
0.98
0.58
1.22
0.86
2.25

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