POR: JOSÉ
FRANCISCO COELLO UGALDE.
AÑO DE 1928.
REVISTA LUX N°
2.
Portada de la revista.
16 de febrero de 1928: Aparece el segundo
número de la revista LUX, órgano de difusión del Sindicato Mexicano de
Electricistas. Su primer director fue el Sr. Gabriel Álvarez, el Secretario de
Redacción, el Sr. Pedro Ruiz.
Para tener una mejor idea sobre su
presencia, acudo a la tesis de Estela Alejandra Reynoso Arreguín,[1]
quien apunta:
Lux
Revista mensual, fue el órgano
oficial del Sindicato Mexicano de Electricistas. Aparece por primera vez el 16
de febrero de 1928 y señala como principal propósito el “de difundir
conocimientos en pro de las modernas orientaciones sociales que envuelven ideas
de mejoramiento popular y principios de reivindicación de los derechos
humanos”. Se declara abiertamente como una “revista de orientación socialista”.
Se trata de una pequeña revista
de difusión limitada e irregular, con un tiraje de aproximadamente 2000
ejemplares. Era dirigida por Carlos J. Valadez y contaba entre sus colaboradores
a Ignacio Herrera, Ernesto Lozano, Rafael Mallen, Rafael Ramos Pedrueza, Jesús
Amaya y otros. Entre sus principales secciones estaban: Actividades de la
Confederación Nacional de Electricistas,[2]
Sección Científica, Informaciones y Noticias, Cuestiones Sociales, Lecturas para
Obreros, Gráficas Mundiales, Selecciones Literarias, Sección de Higiene,
Deportes, Bibliografía, etc.
La revista se muestra más
combativa que la Crom. Señalan que entre sus principales actividades se
encuentra “[…] la batalla obrera contra la tiranía capitalista, a secas, con
toda su responsabilidad social y filosófica. Nada de componendas con el poder
público no desviaciones de ningún género.”[3]
Lux contiene información sobre las actividades al interior de la
organización y sobre el movimiento obrero, sin embargo, la revista parecía más
preocupada por los acontecimientos internacionales, la amenaza del fascismo, el
nazismo, la Guerra Mundial, la crisis económica y sobre todo por lo que ocurría
en Rusia, abunda la información sobre este país.
En información nacional, al
igual que en la revista Crom, le dedican varios artículos al Proyecto
del Código Federal del Trabajo y al establecimiento de la educación socialista.
Contiene también importantes artículos de divulgación y doctrinarios. Contaba
con las colaboraciones del historiador marxista Rafael Ramos Pedrueza y del
propio José Stalin, por quien la revista sentía una gran admiración; así como
extracciones de periódicos rusos y de algunos nacionales como El Universal.
En relación con la crisis
capitalista la revista informa sobre la “Locura que vive el mundo”: sobre la
guerra europea y las distintas guerras intestinas que han tenido que soportar
numerosos pueblos y específicamente sobre sus resultados: la crisis económica
mundial. De cómo el capitalista recurre al sistema de reajustes, tanto de
trabajadores como de salarios; el problema de los sin trabajo y todo lo que
ello implica, los paros, huelgas y los nuevos impuestos. Y asegura que “cuando
los trabajadores de todo el mundo se agrupen formando cooperativas de
producción, industriales, de consumo, y en general de todas clases, las guerras
y las crisis financieras serán algo que no conciba la mente […]”[4]
En numerosas notas como “Por
qué estamos como estamos. Qué pretende el capital”, “El fantasma rojo” o “Luz
en las tinieblas” la revista habla sobre la situación que vive el mundo a causa
de la crisis económica:
Pobreza, hambre,
desesperación […] tal es el estado actual de los pueblos, tal es el resultado
de la lucha desesperada que se está librando para sostener el régimen
capitalista decrépito y apolillado, contra el régimen socialista, joven,
vigoroso y aplastante.[5]
Como en El Machete, en
la revista Lux la crisis del sistema capitalista hizo volver la vista
hacia los grandes progresos de la Rusia Soviética. Se reseña paso a paso el
avance industrial de la URSS y cómo logra la edificación del socialismo y
mejorar las condiciones de vida de los trabajadores en artículos como “La vida
de los negocios en la Rusia soviética”, “Rusia a los dieciséis años de
revolución”, “Población y extensión de la URSS”, “El progreso de la industria
de la URSS”, “Vida actual en Rusia”, “El segundo Plan Quinquenal de la Rusia
soviética”, entre otros. Al respecto comentan:
La URSS fue capaz
de financiar el magno programa de construcción del Plan Quinquenal en cuatro
años, sobre las bases de las propias acumulaciones de la nación, sin necesidad
de pedir al extranjero créditos a largo plazo. Cerca del 80% de las rentas
cobradas por el Gobierno Soviético en forma de ahorros del sector socializado
de la economía nacional y de empréstitos suscritos por la población, fue
empleado para elevar las fuerzas productoras de la Unión Soviética y mejorar
las condiciones de vida de millones de obreros […] El mundo capitalista no ha
podido salir de la crisis económica […][6]130
Por otra parte, la revista
muestra gran preocupación por la educación de los trabajadores. Entre sus
objetivos señalan el desarrollo de un programa cultural de enseñanza obrera con
la finalidad de dar a los trabajadores la ideología revolucionaria para su
emancipación. De hecho, la revista cuenta con una Sección de Bibliografía, en
la que recomiendan lecturas relacionadas con el marxismo. En este sentido,
resulta interesante el comentario que hacen sobre la crisis y su relación con
la literatura proletaria. No sólo se ocupan de analizar las repercusiones
económicas y sociales de la crisis del capitalismo sino también las culturales:
Ya no es necesario
hacer un análisis del panorama social, por repetido de sobra. Todos vivimos el
momento de crisis en el que se desquician los valores del capitalismo como
estructura económica y los valores culturales que engendró el mismo sistema
ahora en decadencia […] el capitalismo como sistema económico está en quiebra y
la superestructura cultural que engendro evidencia su más completa bancarrota
[…] las contradicciones señaladas ya en el capitalismo han dividido de una
manera perfecta en dos bandos el panorama social […] Caminemos entonces hacia
una literatura proletaria.[7]
En relación con este tema de la
educación y la crisis destaca un artículo de Rafael Ramos Pedrueza: “El
materialismo histórico medula de la emancipación económica mundial”:
La interpretación
marxista de nuestra historia llevará a los alumnos la convicción de que todo
nuestro pasado ha sido una larga y sangrante lucha de clases […] La historia
asimilada en esta forma, impulsará a los estudiantes al cumplimiento de su
misión revolucionaria, al puesto de combate que les corresponde en la
gigantesca lucha económica que se está efectuando en el mundo aumentando las
filas del proletariado, frente a los imperialismos colaborando en la obra
fecunda de la redención universal, forjando el nuevo mundo, acelerando la
agonía del sistema capitalista.[8]
Asimismo, en numerosos
artículos hacen notar el contraste entre el mundo capitalista en bancarrota y
el socialista:
El panorama de la
región gobernada por la Dictadura Proletaria, contrasta con el mundo
capitalista. El primero constituye un orden social equitativo. El segundo es un
caos en el que la competencia brutal hace a todos enemigos de todos. La
economía socialista es indiscutiblemente superior a la economía capitalista.[9]
Un tema recurrente en la
revista es la amenaza del fascismo en Europa como una salida a la crisis del
capitalismo, al respecto señalan:
[…] el intento de
Mussolini, Hitler, Roosevelt y todos los farsantes que los imitan, no tendrán
éxito. El tiempo ha de probarlo. Por ineludible ley biológica ¡el estado
capitalista morirá![10]
Como El Machete y Crom, la revista Lux también difunde
esta idea de la caída del régimen capitalista. El artículo más ilustrativo y
elocuente al respecto es el de Ernesto Lozano “La crisis económica: sus causas
y las esperanzas de solución”:
Un ambiente de
abatimiento, de pesimismo y de incertidumbre, embarga todos los espíritus
contemporáneos […] la raíz y el origen de tanta pesadumbre e inquietud que a
manera de tenazas gigantescas oprime y hiere el corazón de los pueblos se nutre
y se desarrolla en el azote de la humanidad que los tiempos modernos han
designado con el nombre de “crisis económica” […] Se halla en estado de
fermentación el sistema capitalista que nos rige, el cual se ha entregado en
siglo y medio de poder a un acaparamiento furioso, desenfrenado, delirante de
riquezas y más riquezas […] impotencia del capitalismo para solucionar el
problema que entraña la convulsión agónica de un sistema que se derrumba, de
una civilización que muere por madurez senil […] Bajo el punto de vista de la
ineludible ley evolutiva, la misma crisis actual, creadora y fecundadora de
infortunios muy hondos y muy tristes, constituye en sí el más formidable
movimiento revolucionario de los tiempos contemporáneos, forjador fundamental
de un porvenir que encierra la más bella promesa de emancipación humana […] que
hará más felices y más perfectos a los hombres.[11]
Resulta difícil medir con
exactitud el espacio que concede la revista a la crisis económica porque no se
pudieron revisar todos los números. Pero como las publicaciones anteriores
también comparte esta interpretación de la bancarrota del régimen capitalista
que justifica y explica los numerosos artículos sobre la Rusia soviética y
Stalin, de quien publican entrevistas e incluso una pequeña sección titulada
“La situación actual del mundo” por J. Stalin. La difusión del marxismo es
limitada, además de recomendar algunos libros sobre literatura marxista, la
revista contiene algunos artículos teóricos como “Los problemas del marxismo”,
“El comunismo y la libertad”, “La dialéctica materialista y nosotros”,
“Economía capitalista y economía socialista” de Rafael Ramos Pedrueza, “El
capitalismo y los niños” de Marx y la “Biografía de Vladimiro Ulianov Illich
Lenin. El gran político socialista ruso”. Y en relación con los acontecimientos
nacionales publican un artículo titulado “El Plan Quinquenal de José Stalin, de
la Rusia Soviética, y el Plan Sexenal del Sr. Gral. Plutarco Elías Calles”
sobre una conferencia en la que se habla de la necesidad que había de adaptarlo
al Plan Económico Social de la República Mexicana.[12]
En 1934 la revista cambia su
estructura. Aparecen con tres grandes secciones: Editorial, Sección Informativa
y la Sección Educativa. Anuncian que la revista contendrá información breve
acerca de los acontecimientos de actualidad que afecten o puedan afectar más
directamente a los trabajadores. La sección informativa se subdivide así en: 1.
De dentro de casa (sobre el sindicato); 2 y 3 Por el Distrito Federal y por la
República; 4. De la patria de trabajadores (sobre la URSS) y 5. Información
mundial. La sección educativa tiene la finalidad de despertar en los
trabajadores la conciencia de su clase. Se subdivide en: 1. Educación social;
2. Divulgación científica y técnica y 3. Arte, literatura y amenidades. En esta
nueva época de la revista Lux cuenta entre sus colaboradores a conocidos
intelectuales marxistas como Narciso Bassols, Luis Chávez Orozco, y Rafael
Ramos Pedrueza. Reproducía, además, artículos de Marx, de Stalin, de Alejandra
Kollontai, embajadora soviética en México, entre otros.
La revista, en general, a pesar
de ser pequeña mantiene una tradición internacionalista, se preocupa por
mantener a los trabajadores informados sobre lo que pasa en el mundo,
especialmente, en la Rusia Soviética “la patria de los trabajadores”,
llamándolos a que emprendan su lucha como clase organizada y proporcionándoles
la ideología necesaria para cuando llegue el momento de su emancipación.
CONTINUARÁ.
[1] Estela Alejandra Reynoso
Arreguín, quien apunta: “La prensa obrera y la crisis del capitalismo en
México, 1929-1934”. Tesis que, para obtener el grado de Licenciatura en
Historia, presentó (…). México, Universidad Autónoma Metropolitana, División de
Ciencias Sociales y Humanidades, 2005. 85 p., p. 70-76.
[2] Estaba integrada por el Sindicato Mexicano de Electricistas y el
Sindicato Nacional de Telefonistas.
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