POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
AÑO DE 1928.
REVISTA LUX N° 2.
En la portada destaca una
hermosa panorámica de “El Popocatepetl visto desde Amecameca”. La “Editorial”
que de hecho es la primera que se publica en tal edición, hace un recuento de
la que fue aquella dichosa experiencia de que Lux saliera a la luz, remontando todos los esfuerzos, sacrificios y
demás circunstancias que siempre están presentes en un proyecto de esta
naturaleza, lo que supone un clima de incertidumbre para todos quienes
colaboran en el mismo, pues nada garantiza la continuidad de tales empeños si
para ello no existen condiciones de certeza que permitan la creación de un
sector cautivo de lectores; los que por fortuna surgieron al amparo de tan
promisoria labor.
“El Comité es el nudo que mantiene
firmemente unidas todas las voluntades en el esfuerzo de mejoramiento colectivo
y quien se preocupa porque desaparezcan los antagonismos existentes entre los
miembros de la agrupación, procurando ver cristalizadas en grata realidad la
unión de todos los departamento y el reinado de la fraternidad entre todos los
compañeros. Será lazo de unión entre la Compañía y nuestra agrupación,
fomentando la cordialidad y buena armonía entre ambos; capital y trabajo
obtienen mayores ventajas cuando existe un entendimiento mutuo. Se ha dicho con
razón que capital y trabajo son las dos hojas de las tijeras; la una no puede
cortar sin la otra. Sin que esto signifique que no sepa defender con firmeza y
tenacidad cualquier ataque de la empresa en el momento mismo que pretenda
lesionar los intereses más sagrados de sus trabajadores”, así es como Carlos F.
Padilla, Secretario del Interior reflexionaba y pensaba un Comité llevado al
punto de lo ideal, precisamente cuando infinidad de compañeros pensaron lo
mismo. Lamentablemente esa utopía representó el más caro anhelo de otros tantos
comités, a lo largo de los años y aquel anhelo fue diluyéndose en medio de
otras nuevas necesidades, urgencias, conflictos internos que alteraron la
esencia y la pureza por las que apostaron todos aquellos que un día se dieron a
la tarea de crear el Sindicato Mexicano de Electricistas.
La siguiente columna…
…parece ejemplificar
un fenómeno derivado de aquella actitud contestataria e iconoclasta mostrada
por un grupo literario rebelde, precursor de nuevos caminos. Me refiero a los estridentistas. Sin embargo, para poder entender
este movimiento, debemos remitirnos a un antecedente directo, deliberadamente
intencional que es el manifiesto futurista de Marinetti, efecto con el que se
encontraron primero los Contemporáneos
y luego estos dieron cara con los estridentistas
mismos, identificados en nombres como: Ramón Alva de la Canal, Germán List
Arzubide, Manuel Maples Arce, Arqueles Vela y Leopoldo Méndez. Uno de ellos,
Salvador Novo quien parecía congeniar con ellos, y así lo hizo en medio de sus
peculiares provocaciones, al publicar Noche,
verso incluido en sus XX Poemas, mostró una clara resistencia a la subjetividad
obrera que surgía del sindicalismo mexicano:
Obrero:
no es que yo sea socialista;
pero tú has pasado el día entero
cuidando una máquina inventada por americanos
para cubrir necesidades
inventadas por americanos.
Este poema parece ser el vivo reflejo del
reclamo que fue vertido en Lux como
amenaza latente de que al instalarse plantas generadoras operadas por sistema
automático, ello provocaría el desplazamiento de la mano de obra, con lo que se
tendrían tantos candidatos a “la separación del trabajo para tener que
dedicarse a otras actividades”.
Elissa Rashhin en Mujeres, modernidad y la cultura de consumo en la narrativa
estridentista advierte que:
Mary Kay
Vaughan, en Sex in Revolution: Gender, Politics and Power in Modern Mexico,
señala algunos de los cambios en la economía latinoamericana del temprano siglo
XX: la urbanización, el creciente uso de tecnología industrial, la
sindicalización del sector obrero, y la racionalización del espacio doméstico
como lugar de la reproducción del ciudadano.[1]
Tales síntomas parecen reflejarse perfectamente en
el dilema que, a modo de
advertencia frente al ritmo de la modernidad habría de enfrentar la clase
obrera, y en particular los electricistas, como se podrá notar en el contenido
de SINDICAL.
A partir de este número de la revista,
comenzó una campaña que podría significarse como el antecedente de lo que, con
los años fue la presencia de “Programa Habitacional”, pues ello implicaba,
desde construir casas, hasta la adquisición de las mismas a través de un
préstamo que con los años, y con prestaciones bastante apropiadas significaba
el modo legítimo de hacerse de una propiedad.
Considerando la época, parece importante que
surgiera una “Sección de radio” la cual abordaba diversos principios de la
radio-telefonía. De ella se ocupaba Manuel Zetina.
También parece importante destacar la
opinión que le mereció a Rafael Rentería, entonces director de “Electra” la
aparición de Lux al que consideró “periódico”.
Entre otras cosas señalaba:
Desde el día en que
puse mis humildes actividades al servicio de las compañías de Luz y Tranvías,
he venido siguiendo paso a paso y con gran interés, como si se tratara de cosa
mía, la labor del Sindicato de Electricistas, y ya en repetidas ocasiones,
desde las columnas de nuestro querido ELECTRA
he tenido la satisfacción de manifestar mi entusiasmo por la forma en que los
trabajadores del Sindicato han demostrado que son elementos conscientes de su
papel en la sociedad y de la obligación que tienen de mejorarse a sí mismos.
José Beristáin en CULTURALES, escribió “Fórmate
a Ti Mismo”, recomendaciones bastante ligadas con la urbanidad. Páginas más
adelante se destaca la “Labor educativa que realiza nuestra agrupación”,
sobresaliendo las actividades habidas en la Escuela-Taller donde estaban siendo
formados diversos estudiantes bajo la égida de los Profesores Celis y
Beristáin. Y como vamos de sorpresa en sorpresa, también encontramos “Una
entrevista con el Director” realizada por El Secretario, donde al calor de la
emoción de aquellos primeros números, el entusiasmo, los planes y proyectos son
infinitos. Además, es posible apreciar en varias caricaturas que acompañan la interviú una evidente fortaleza de
jóvenes y no tan jóvenes colaboradores, que no son más que entusiastas
trabajadores que integraron en su momento la plantilla de la Compañía Mexicana
de Luz y Fuerza Motriz, S.A., y también como miembros activos del Sindicato
Mexicano de Electricistas. Los
retratos de sus directores y algunos colaboradores, son obra de P. Berenguer.
Noticia importante a destacar fue el hecho
de la “Reorganización de Nuestras Divisiones”, para lo cual fue importante
cohesionar la de Necaxa, respaldada por una Comisión del Sindicato, la que
también encontró apoyo con las de El Oro, Juandó y Alameda. En ese proyecto,
fue el 10 de febrero de 1928 cuando Magdiel Romero, Delfino Revilla y Vicente
Rivera Melo, Secretarios General, del Trabajo y del Exterior respectivamente,
se apersonaron en Necaxa con tal fin. Y tras deliberaciones de gran calado
obtuvieron un balance que supuso la reorganización de la propia división de
Necaxa, aspiración que mostraba la Confederación Nacional de Electricistas y
Similares, de cuyo seno surgió tal anhelo.
Otras secciones publicadas fueron las de
poesía, donde desde la revista se procuró hacer un homenaje al reconocido poeta
veracruzano Salvador Díaz Mirón, publicando “¡Audacia!” y “Redemtio”. Allí está
también “Una mujer moderna” del también autor de “Autopsia de la Doctrina
Monroe”. Me refiero a Gastón Nerval. No pueden faltar las notas de SOCIALES, ni
las de DEPORTES, desde las que destaca el nuevo triunfo de la “novena” del
Sindicato, no sólo en el parque Delta, “situado en la calzada de la Piedad,
propiedad de la Cía. de Luz”, sino también en el Parque Franco-Inglés. Y con
fin de publicación, la sección de BUEN HUMOR.
Antes de concluir con este repaso, no puedo
dejar de mencionar la parte publicitaria, donde lo mismo aparece el impulso que
ya se daba a la “Colonia Industrial, S.A.” que a la Maquinaria para Talleres
Mecánicos. O la inserción, a página entera no solo de la “Cía. de Tranvías de
México”. También nos encontramos con la de “El Palacio de Hierro, S.A.”
sugiriendo la moda de primavera 1928 para caballeros. Rematan las “Zapaterías
del Elefante”, con modelos para dama y caballero, J. J. Ruiz y Hnos., en 16 de
Septiembre N° 26 ofrece alambres y cables, con forro de goma, intemperie y
magneto. Cierra este número, en la tercera y cuarta de forros con el sello de “El
Centro Mercantil” y la representación de “General Electric”, ubicado en Gante y
16 de Septiembre.
[1] Estridentismo.
Universidad, Revista de pensamiento y cultura de la Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, año 4 N° 15, octubre-diciembre de 2014, p. 46.
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