POR:
JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Portada
del N° 4, correspondiente al mes de abril de 1928.
La portada es un hermoso ejemplo que afirma
la postura del trabajador en cuanto tal. Su firmeza, su arrogancia se ve
ensoberbecida al empuñar la bandera rojinegra con la mano derecha y una fuente
de luz en la izquierda, fuente que ilumina al globo terráqueo, en cuyo
posicionamiento territorial, el de nuestro territorio nacional se levanta de
cuerpo completo ese “camarada” que además dice en su rostro, la convincente
afirmación de su actitud cuya mirada observa el nombre mismo de la publicación
LUX. Un paso adelante es, finalmente el propósito que nos dice en qué medida
avanza la clase trabajadora que no detendrá ese ritmo, como si ese fuera el objeto
discursivo de aquella frase que Ernesto el “Che” Guevara hizo célebre en un
momento donde sus alcances por un propósito central parecen perdidos. De ahí
que al escribir a Fidel Castro aquella famosa carta afirmara: “…y sepas que si
me llega la hora definitiva en otras tierras mi último pensamiento sea para ti
y para ese pueblo que ya es mío salud para siempre o mejor todavía desde lo
hondo de mi corazón hasta la victoria siempre…”
El tema
central que recoge la presente publicación es la conmemoración del primero de
mayo, el cual fue, por parte del Sindicato Mexicano de Electricistas celebrando
tal fecha “con actos que honran y enaltecen a la colectividad; en el pasado de
1927, fue la toma de posesión del edificio social, cuyo importe se viene
satisfaciendo exclusivamente con las modestas cuotas que pagamos; en el
proyecto se celebra la inauguración de un hermoso taller Electro-Mecánico que
también se debe única y exclusivamente a nuestro esfuerzo”.
Las siguientes
páginas son espacio para seguir desarrollando el tema central, que rememoraba
los hechos ocurridos el 1° de mayo de 1886 en Chicago, de los que se recogen
testimonios que Ricardo Mella escribió en su libro Cuestiones Sociales, publicado en 1889, lo cual significaba para
1928 un cambio de perspectiva en cuanto a que ciertos datos (sobre todo estadísticos)
anotados en el artículo que se publicó “pueden haber variado algo con relación
al proletariado americano”.
Para entonces, seguía siendo un tema de
interés todo aquello ocurrido en la 4ª Convención de la Confederación Nacional
de Electricistas y Similares, de ahí que se realizara un completo reportaje al
respecto.
Ernesto Basurto,
en su sección “PÁGINA CIENTÍFICA” se pregunta, y nos pregunta de paso: ¿Qué es
la electricidad? a lo cual da una serie de argumentos que, desde la mirada de
las ciencias reúne elementos muy valiosos para entender que, desde 1750 y a
sugerencia de Franklin debía ser entendida como “un fluido sutil que impregnaba
toda la materia”.
LUX N° 4 notifica en su página 14 la “Inauguración
del Taller-Electro Mecánico del Sindicato”, acto al que fueron invitados “el
compañero Luis N. Morones, Secretario de Industria, Comercio y Trabajo y
miembro de nuestra agrupación, y el Sr. W. H. Fraser, Gerente General de la
Cía. Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A.”
Dicho
taller quedó instalado en el edificio social del S.M.E., calle de Colombia 9, centro
de la ciudad de México.
No puede
faltar en su sección literaria otro poema más, “¡Qué triste es ese vals!” este de la autoría de una de las plumas
más célebres de la cultura mexicana. Me refiero a Luis G. Urbina. Otro texto, “Un
asunto complicado” nos deja en situación muy similar pues no se indica quien es
el autor del mismo relato el cual, fue acomodado sin mayor propósito que “rellenar" poco más de dos páginas con una lectura más bien intrascendente. En Deportes,
allí están presentes los integrantes del “Team de Foot Ball Necaxa” que para esos años ya comenzaba
a hacer época.
Llama la
atención la forma en que se destaca el proyecto de la “Colonia Industrial” para
la construcción de casas, proyecto en el que estaba involucrado el Arq. José
Luis Cuevas, quien presentó un proyecto para la construcción de 200 casas que “serán
vendidas en abonos a los empleados de la Cía. de Luz”.
Desde luego,
la publicidad es muy similar a la de los tres números anteriores, con lo que se
afirma más y más la realidad de que LUX ya
era un medio de difusión que “llegaría para quedarse”.
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