LA LUZ Y LA FUERZA DE UNA FOTOGRAFÍA.
POR: JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
Disponible
septiembre 5, 2013 en: http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2009/11/01/gobierno-esfuma-archivos-de-luz-y-fuerza-del-centro/
El significado que tiene para muchos un
escudo como el que apreciamos en esta imagen a la distancia, tiene eso, la
distancia del tiempo, como el peso de la nostalgia por la que es imposible
alentar más que un hermoso y digno recuerdo entre todos aquellos que formamos
parte un día en una de las comunidades laborales más articuladas que hayan
existido en este país, hoy llevada al desastre gracias al neoliberalismo, pero
fundamentalmente al “golpe de estado” que consumó el innombrable del sexenio
pasado, a quien ya comienzan a considerar como un individuo que dejó en estado
de desgracia al país en su conjunto.
Los cambios en la política sexenal de los
últimos treinta años ha sido un factor cuyas consecuencias no dejan de
arrastrar a México por senderos que se convierten en auténticos callejones sin
salida, sobre todo para restablecer una economía que sigue a la baja, de un
desaliento en el empleo, de las pocas oportunidades que tienen nuevas
generaciones las cuales vienen empujando como “tsunami” mientras el país
necesita afirmarse en el concierto de las naciones y no correr el riesgo de
salirse del carril más conveniente para su anhelado futuro.
Hoy día, las reformas educativa, energética
y financiera, en esencia las reformas estructurales, anhelo de cualquier
gobierno democrático que se precie, son necesarias, pero tienen que darse bajo
condiciones que garanticen el bienestar y la paz social, sostener y hacer crecer
todos aquellos factores financieros que den credibilidad. Si esto no lo han
logrado, porque en efecto han causado un daño irreversible, a pesar de que
digan lo contrario. La sociedad de este país se encuentra muy lastimada,
ofendida por medidas y decisiones que han puesto el destino de la nación al
borde del abismo. Ayer fuimos los electricistas con la desaparición de Luz y Fuerza del Centro, siguieron los
trabajadores de Mexicana de aviación,
luego fueron otra vez los mineros. Hoy son los maestros… Mañana, ¿quién será la
nueva víctima?
Por eso estos colores tan firmes, los de un
escudo emblemático nos alienta, y desde lo alto del edificio de “Verónica”, en
donde ya no está, sigue ahí en espíritu y eso es tan fuerte como el de aquella
sentencia gitana que decía: “Los besos que yo te di… esos no te los quita nadie”.
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