POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
Conforme a lo establecido en la versión del CONTRATO COLECTIVO DE TRABAJO Celebrado entre Luz y Fuerza del Centro y el
Sindicato Mexicano de Electricistas 2008-2010, en su proemio, indica
que:
(…) el SINDICATO
MEXICANO DE ELECTRICISTAS, [es una] organización legalmente constituida,
registrada por el Departamento del Trabajo, hoy Secretaría del Trabajo y
Previsión Social, bajo el N° 760, como Sindicato
Obrero Industrial de jurisdicción federal, que en lo sucesivo será
designado como “el Sindicato”, cuya acta de constitución y estatutos son de
fecha 14 de diciembre de 1914 y 2 de agosto de 1935, respectivamente,
reformados estos últimos por la Asamblea Legislativa de Estatutos celebrada del
28 de mayo al 22 de agosto de 1956, 17 de julio de 1959, del 9 al 24 de
noviembre de 1983, del 17 de enero al 28 de noviembre de 1991 y el 18 de
octubre de 1999 [respectivamente] (…)
Por tanto,
es bajo esa figura como quedó considerado casi desde sus comienzos y hasta
nuestros días, mismos y aciagos días en los cuales enfrenta la incómoda
situación en la que, a partir de la injusta extinción de Luz y Fuerza del Centro, perdió el componente del “patrón” en la
fórmula empresa-sindicato. Aún así, con tamaña mutilación, sus empeños siguen
manteniéndose vigentes, manifestando constantemente una serie de razonamientos
en los que el espíritu de defensa por y para el trabajador son el aliento
principal.
Entre los múltiples escenarios que se
produjeron luego de tal circunstancia, me ha sido preciso entender qué nuevo
estado de cosas enfrentó el Sindicato Mexicano de Electricistas. ¿Se enfrentaba
a una primera descomposición? ¿Sus condiciones ya traían una carga particular
de deterioro que ocasionaron tan profundo golpe, el que incluso llegó a las
entrañas, causando el despido masivo y la desaparición de una empresa, cuya
mano de obra –independientemente de todas las acusaciones planteadas por el
estado- no estaba cumpliendo con sus metas y anhelos, los mismos que alentaba
el espíritu original que impulsaba el propio sindicato desde su mismísima
génesis?
Si hay alguien que me ayude a entender este
conflicto, mucho lo agradeceré, pues sólo de esa manera podremos entender todos
los electricistas, una más de las causas que orillaron a tan ofensiva medida
que tomó el gobierno anterior, en apego a sus teorías e ideales, de los que nos
queda claro, se lanzaron al cumplimiento cabal de las disposiciones y medidas
que ha venido estableciendo el sistema neoliberal. No es casual que por estos
días, en que ha sido aprobada la reforma energética, se tenga también un
panorama negro, oscuro para los propios trabajadores de sectores como el
petrolero o el eléctrico, ante quienes pesa la amenaza de despidos masivos… y
todo en aras de los nuevos dictados que sigue imponiendo el poder de nuevas
condiciones que privan en el mundo. Los profundos intereses de las
trasnacionales vienen acometiendo en forma incontenible, al punto de que todos
esos factores estén por encima de cualquier clase trabajadora que se convierte
en el antiguo modelo de servidumbre impuesto por aquellos otros esquemas
feudales.
CONTINUARÁ.
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