PERFILES DE LUZ, O
GALERÍA DE PERSONAJES. RESEÑAS PUBLICADAS EN
EL BLOG: LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA.
POR: JOSÉ FRANCISCO
COELLO UGALDE.
SALUDO DE UN COMPAÑERO JUBILADO.
Con el paso de los años, poco a poco
comenzaron a verse una serie de novedades, tanto en la empresa como en el
sindicato. Y es que iban surgiendo ya las primeras jubilaciones de viejos
camaradas que habrían ingresado a la Compañía en fechas muy tempranas, así como
que, a partir de 1914 o 1915, harían lo mismo afiliándose al sindicato. Inevitablemente
ese asunto, en algunos casos, desbordaba los sentimientos y las sensaciones más
encontradas para expresar en qué consistió aquel camino, largo andar a veces
hasta de más de 40 años de algunos trabajadores que iban diciendo adiós, luego
de ser reconocida la ejemplar estela que muchos pudieron haber dejado en su
área de trabajo, al punto de convertirse o convertirlos en referente, en modelo
a seguir si su presencia espiritual así lo demandaba. Seguramente esto ocurrió
en muchos departamentos, áreas de trabajo, talleres y demás espacios de labor
de una empresa que, como la Compañía Mexicana de Lux y Fuerza Motriz, S.A. y
sus Subsidiarias, en maridaje con el Sindicato Mexicano de Electricistas se
convirtieron en esa “segunda casa” que muchos de nosotros anhelamos, y
seguiremos haciéndolo pues por mucho tiempo nos debimos precisamente a esa
convencida razón de vincularnos con el trabajo, de cuyo resultado se obtenía
justamente el ingreso económico para sostén propio y de la familia.
Por tal motivo, el testimonio del C. Julio
Flores Vargas, quien además fue uno de los “gloriosos fundadores de nuestro
Sindicato” y como veremos, expresa su satisfacción por la marcha ascendente que
siguió en aquellos años (particularmente 1945).
Sus palabras llevan el aliento de la
experiencia, la de un viejo luchador, mismas que no pueden menos que infundir
en todos quienes pertenecemos al S.M.E. –todos, sin excepción-, ese propósito
de lucha que signifique conservar el prestigio que, como Sindicato alcanzó
dentro del movimiento obrero del país.
AL SINDICATO MEXICANO
DE ELECTRICISTAS.
Compañeros:
Me place enviar en estas líneas mi
respetuoso saludo y la expresión sincera de mi gratitud a esa gran familia de
luchadores, entre los que tuve la dicha de contarme desde su nacimiento y
durante el proceso de su vida social, siguiendo su penosa odisea y participando
de sus días victoriosos hasta sentir hoy la satisfacción de contemplarla
opulenta y feliz.
Al recordar lo que esto ha costado, me
inclino reverente ante el recuerdo de los que, con su preparación, con su
entusiasmo, su dinamismo nunca desmentido, su abnegación y sacrificio,
condujeron esta gran familia social hasta colocarla en el distinguido lugar que
hoy ocupa.
Si mi
condición actual no me permite ya colaborar en la lucha, -a pesar de mi
voluntad y mi entusiasmo-, no por eso es menor mi interés en seguir, aunque sea
a distancia, la marcha progresiva del SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS, cuyo
solo nombre despierta en mi, animación, gratitud y cariño.
El día en que se celebraba en Bellas Artes
el aniversario de su fundación, desde un rinconcito obscuro de galería
contemplaba con alegría emocionante, el grandioso espectáculo de la familia
feliz. ¡El derecho cristalizado en realidad! ¡La antorcha de la justicia
iluminando las conciencias!
Una asamblea en el auditorio del Sindicato Mexicano de
Electricistas, en el año de 1945.
Me aparté un momento del programa para ver
pasar mis recuerdos de los distintos escenarios en que actuó el Sindicato y
como en cinta cinematográfica pasaron por mi mente los salones de San Juan de
Letrán –donde nació-, Casa del Obrero Mundial, Salto del Agua, Salón Star,
actual casa de los Ferrocarriles, Empleados de Restaurante, Mesones 17, etc.;
hasta llegar, por fin, a su casa propia en la República de Colombia, estrecha
para la numerosa familia, pero en donde puso a prueba su disciplina, su
completa unificación y su entusiasmo por elevar sus condiciones de vida social,
su moral y su cultura.
Gracias a la preparación, al talento,
energía, dinamismo y constancia de sus dirigentes, todo se ha conseguido, hasta
un poco de ayuda para los caídos, a quienes, con generosidad que honra y
engrandece, recuerda el Sindicato.
Gracias mil por mi parte, y si algún
incidente reclama el cumplimiento del deber, no se olviden de incluir en lista
de presentes a este modesto y agradecido luchador.
POR EL DERECHO Y LA
JUSTICIA DEL TRABAJADOR.
Julio Flores Vargas.
LUX. La revista de
los trabajadores. Año
XVIII, N° 1, 31 de enero de 1945, p. 12.
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