EL SINDICATO
MEXICANO DE ELECTRICISTAS. A 100 AÑOS DE SU FORMACIÓN Y CONSOLIDACIÓN. (1914 –
2014). PARTE XXV.
POR: JOSÉ
FRANCISCO COELLO UGALDE.
Conforme se va
realizando una completa mirada a LUX. La
revista de los trabajadores, y de cuya larga publicación se dispone en
estos casos desde 1945 y hasta 1965, resulta interesante para los ejemplares
que circularon en ese 1945, por el hecho de que en diversas páginas fueron
apareciendo en forma discreta, quizá hasta subliminal, una serie de mensajes
que guardaban cierta correspondencia con el discurso del que no era partidario
su dirigente principal, el entonces Diputado Juan José Rivera Reyes, cuyo
perfil lo coloca en sitios de privilegio, donde seguramente acuerdos cupulares
lograron ponerlo en condiciones de “intocable”. Habiendo conocido a detalle los
acontecimientos que suscitaron el famoso caso del “Veronicazo” (véanse
capítulos XII al XXIV de este trabajo), y con lo cual puede entenderse la serie
de comportamientos que fue mostrando el entonces Senador Rivera Rojas, es que
cualquier acto que fuese en contra de su voluntad resultaba ser una incitación
que provenía de las filas o las ideas comunistas. Pero la lectura de varias
revistas LUX dejan ver una insinuante
formación, un intento quizá por crear fuerzas encontradas en cuanto a la
ideología que, por esas épocas (1945, año en que todavía impera la Segunda
Guerra Mundial) se estaban dando en un país que no cobraba suficiente conciencia
en términos de sus aspiraciones sindicales más altas. Por tanto, deslizar una
serie de términos entre página y página; entre párrafo y párrafo, o entre una y
otra fotografía. Lograron despertar algún espíritu de interés o rechazo, como
se quiera entender, entre quienes integraban al Sindicato Mexicano de
Electricistas. Aquel nutriente ideológico pudo tener efectos en cuyo caldo de
cultivo estaban ingredientes como los que se recogen a continuación:
ESLAVOS.-Grupo
del este y del sudeste de Europa, que comprende 80 millones de rusos, 30
millones de ucranianos, 6 millones de rusos blancos, 7 millones de polacos, 7
millones de checos, 2.5 millones de eslovacos, 6 millones de servios, 4
millones de croatas, 1 millón de eslovenos y 4 millones de búlgaros. Todos los
idiomas eslavos están estrechamente relacionados entre sí.
Desde 1860 a 1914 existió un movimiento
llamado paneslavismo que propugnaba la unión de todos los pueblos eslavos en un
Imperio o Federación, bajo la jefatura de Rusia. Terminó con la revolución
comunista de Rusia.
Culturalmente, los pueblos eslavos, con
excepción de los checos, están en un nivel más bajo que los europeos
occidentales.
De las
ideas expresadas al respecto de los “Eslavos”, debe aceptarse la que
predominaba por entonces, para entender el contexto del que proviene su visión
de conjunto. Sin embargo, hoy día es claro entender que tal escenario abarca a
los pueblos eslavos en su conjunto, que fueron integrándose al cabo de los
siglos (por lo menos desde el siglo VI y hasta nuestros días, y donde oscuros
capítulos como la “limpieza étnica” se materializaron en auténticos genocidios en
varias regiones donde habita este antiguo pueblo).
GENTLEMENS
AGREEMENT. Expresión inglesa que quiere decir “pacto entre caballeros”. Recibe esta
denominación en la terminología diplomática el acuerdo no formal basado en
seguridades verbales o en simples cartas. Estos pactos carecen de la formalidad
de los tratados corrientes y poseen una validez temporal. No constan en ningún
documento y se fundan en la buena fe.
EXTRATERRITORIALIDAD.
Privilegio de que disfrutan los jefes del Estado y los funcionarios
diplomáticos, en virtud del cual no están sujetos a las leyes civiles o penales
del país extranjero, los primeros, cuando se hallan en viaje oficial por
cualquiera de éstos, y los segundos mientras se encuentran en el desempeño de
su representación diplomática.
La extraterritorialidad constituye una
verdadera ficción jurídica, ya que se considera que las personas de referencia
se hallan dentro de su propio país. También se aplica el principio de
extraterritorialidad a todos los actos cometidos en los edificios ocupados por
las embajadas y legaciones. El llamado derecho de asilo tiene su fundamento en
el mismo principio.
(Estos tres conceptos se publicaron en: LUX. La revista de los trabajadores, año
XVIII, N° 1, del 31 de enero de 1945, p. 4).
Más adelante,
hay otros tres conceptos que es de interés registrarlos.
ESPARTAQUISTA.-Denominación
que recibió el partido fundado por Liebknecht y Rosa Luxemburgo, cuando se
separaron del partido socialista alemán. El nombre deriva de Espartaco, el
célebre jefe de los esclavos sublevados, que hizo frente durante dos años a las
legiones romanas.
El espartaquismo fue constituido por el
grupo de socialistas disidentes, y adoptaron el programa de los bolcheviques
rusos. Después de proclamada la República en Alemania, los espartaquistas se
levantaron contra el gobierno de Ebert y Schedeman y se hicieron dueños de
Berlín durante algún tiempo, pero finalmente fueron reducidos, pereciendo en la
lucha los dos jefes mencionados.
Fracasado el movimiento, el partido
espartaquista acabó disolviéndosem reorganizándose más tarde de sus huestes
dentro del partido comunista alemán.
De hecho
el “espartaquismo” en cuanto ideología, no llegó a tener un peso predominante
en nuestro país, y tal la percepción que fue el propio José Revueltas en su Proletariado sin cabeza, quien terminó
demostrando que la clase obrera mexicana “no había contado nunca con un partido
que la encabezara porque los partidos que se proclamaban como sus “vanguardias”
la traicionaban.
ENCÍCLICA.-De
la frase latina bulla
encíclica. Una carta circular, dirigida
por el Papa al clero del mundo católico o solamente a los obispos de una misma
nación, sobre cuestiones políticas o religiosas. Las opiniones y directrices
contenidas en una encíclica no poseen el valor de un dogma, pero se aproximan a
él. Son documentos importantes, pues sólo se forumulan de tiempo en tiempo y en
ocasiones solemnes. Las encíclicas más famosas son la de Rerum novarum, la de León XIII; la de Quadragésimo anno, de
Pío XI, y la de Mit brennender Sorger
(en alemán), contra el régimen nazi.,
ERSATZ.-Palabra
alemana que se emplea para designar los substantivos artificiales de las
materias primas y de los productos que faltan en Alemania. En la última guerra,
este término adquirió un sonido despectivo, y por esta causa a los nazis no les
agrada su uso.
(Estos tres conceptos se publicaron en: LUX. La revista de los trabajadores, año
XVIII, N° 1, del 31 de enero de 1945, p. 26).
El que es, a todas luces un “glosario” de
términos muy específicos, tendría que entenderse como un apoyo doctrinario,
información para dar sustento ideológico a los integrantes del propio Sindicato
Mexicano de Electricistas, forjar una idea polarizada sobre ciertas acciones
que habría puesto en marcha el bloque socialista y las ya muy notorias
tendencias “comunistas” que hicieron suya diversos personajes públicos de
nuestra sociedad, así como artistas, creadores y hacedores, con lo que se
buscaba desacreditar su influencia o su presencia. De ese propósito, y con toda
seguridad fue Juan José Rivera Rojas el que debe haber impulsado aquella deliberada
estrategia de aprendizaje, con lo que se tendría una visión de conjunto más
amplia para entender que, en la medida en que no hubiese amenazas surgidas de
un espíritu comunista, tendríamos un mejor destino para nuestro país, en lo general; e incluso del Sindicato Mexicano de Electricistas, en lo particular.
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