LA LUZ y LA FUERZA DE UNA FOTOGRAFÍA. IMÁGENES HISTÓRICAS PUBLICADAS EN EL
BLOG: LUZ y FUERZA DE LA MEMORIA HISTÓRICA.
POR:
JOSÉ FRANCISCO COELLO UGALDE.
En marzo
de 1903, el gobierno de México otorgó a la Compañía de Luz y Fuerza Motriz,
S.A. una concesión para utilizar las aguas de los ríos de Necaxa y Tenango para
la generación de la fuerza. Esta concesión se ratificó por el Congreso de la
Unión con fecha 20 de mayo de 1903, incluyendo y aumentando la concesión
originalmente otorgada al Sr. Dr. Vagnie. Más tarde se obtuvieron algunas
concesiones de los gobiernos municipales de la ciudad de México y de los
estados de Puebla, Hidalgo, México y Michoacán, bajo las cuales funcionó en su
momento la compañía, generando, vendiendo y distribuyendo la fuerza, lo que
significa que la “zona central” no fue una casualidad a lo largo del siglo XX.
Compromisos financieros que fueron dándose sobre la marcha, fijaron las bases
del que luego fue despliegue de una incomparable infraestructura que tendió la
Compañía Mexicana de Luz y Fuerza Motriz, S.A. a lo largo de su existencia,
hasta que en 1960 se transformó, por vía de la nacionalización de la industria
eléctrica, en Compañía de Luz y Fuerza del Centro,
S.A.
Col. del autor.
Este fue el sitio del depósito N° 2 en
Necaxa. Desde la línea de zanja sobre el ferrocarril. Todo excepto las colinas
más altas, se llenaron de agua. (Ca. 1903).
En otros
países, bajo condiciones diferentes, la fuerza hidráulica máxima de que se
dispone durante todo el año se considera por lo general igual al volumen mínimo
que arrastran las corrientes. En México, adonde existe una estación de lluvias,
en que caen grandes cantidades de agua, y una estación de seca, en que casi no
se registran lluvias, la cuestión del agua es principalmente de las que se
resuelven por medio de la conservación del elemento que haya caído durante la
estación lluviosa, para abastecer los meses secos que siempre se registran. Este
fue el principal problema con el que se encontró la compañía, y en que en su
momento resolvió con extensos planes para el apresamiento de 150,000,000 de
metros cúbicos de agua en tres colosales recipientes, que debieron adquirir
forma mediante la construcción de tres grandes presas, en diversos puntos del
valle de Necaxa, como pueden apreciarse en la siguiente recreación en
perspectiva:
Los tres vasos de
Necaxa: Nexapa, Tenango y Necaxa. Cortesía: CODEPACUTI, A.C.[1]
[1] Me refiero al Comité
para la Defensa del Patrimonio cultural, Tecnológico e Industrial del Sector
Eléctrico, A.C., cuyo presidente es el C. Antonio Guadarrama Saucedo. El autor
de estas notas forma parte del mismo en su área de investigación.
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